domingo, 20 de marzo de 2022

RESEÑA DE "MUJERCITAS" LOUISA MAY ALCOT

 Esta es la historia de cuatro hermanas y una madre que superan sus problemas cotidianos, mientras el padre lucha en la guerra civil americana. Esta novela, por tanto se ambienta alrededor de los años sesenta del siglo XIX, a lo largo de diversos años que coinciden con la pubertad y la adolescencia de las cuatro hermanas hasta su madurez. La historia se divide en diferentes capítulos que nos muestran diferentes problemas a los que se deben enfrentar las cuatro jóvenes a lo largo de estos años de crecimiento y madurez. Estos problemas se suelen presentar en forma de fábula, de modo que cada capítulo (más o menos) se nos plantea un problema cotidiano que termina en una moraleja bastante contundente y clara que suele terminar de forma feliz y con la lección aprendida en prácticamente todas las ocasiones. ¿Y de qué clase de moral estamos hablando? Bueno, las enseñanzas, bastante explícitas por cierto, suelen tener mucho que ver con el clásico de "el dinero no da la felicidad" y "es mejor ser pobre y honrado con un familia que te quiere que ser rico y tener el dinero del mundo", también se habla de la necesidad del trabajo diario para no caer en la ociosidad y el egoísmo, ya que eso lleva a un desequilibrio dentro del hogar y la familia, que es el núcleo de la vida en el siglo XIX, más en una sociedad como la americana.  El egoísmo y la ambición desmedida también se tratan de forma insistente a lo largo de la novela. 

Otra característica que veremos bastante a menudo y que podría sorprendernos, incluso desagradarnos un poco (más como lectores europeos) es el exacerbado patriotismo que se deja ver en la novela, sobre todo en el hecho de presentar los Estados Unidos como la mejor nación existente, a veces con fuertes críticas y "pullas" a otras sociedades europeas (especialmente Inglaterra)

La religión (cristiana) es también un tema muy importante y que no se cuestiona en ningún momento, sobre todo se encuentra en forma de sermón moral y como forma de consuelo ante las adversidades, de modo que las grandes dificultades cotidianas como la pérdida o la desesperación se superan, a parte de con trabajo duro y constante, con fervor religioso. Este es un aspecto que, de nuevo puede parecernos algo desfasado, pero que no deja de tener gran interés.

El punto más fuerte que veo en esta novela es la evolución que sufren los personajes, en especial los jóvenes como las hermanas y Laurie. Es muy apreciable lo bien definidas que están las bien diferentes personalidades de las cuatro hermanas y la evolución específica que sufren en relación a esos caracteres, aunque esta evolución siempre será algo plana, ya que siempre será a mejor a tenor de las lecciones que van aprendiendo en este camino de madurez que dura toda la obra.

Muchas de estas "moralinas" que ayudan en la madurez de las jóvenes pueden ser bien discutibles hoy en día de modo que nos sentiríamos difícilmente identificados con ellas, como la insistencia en que una de las hermanas, Josefine (Jo) sea más "femenina", algo que termina cambiando siempre desde un punto de vista positivo. En un momento en que los roles de género, qué es ser hombre, qué es ser mujer, están en plena deconstrucción, esta evolución que se considera positiva en la novela, bien podría hoy considerarse algo retrógrado y aludir a un comportamiento excesivamente conservador de la autora, como ocurre también con la censura total que se hace de beber alcohol, no en exceso, sino del simple consumo. Pero no debemos olvidar a fin de cuentas, que estamos en el siglo XIX y en Estados Unidos, una sociedad muy puritana, a la que no podemos pedir demasiado.

Como hemos empezado hablando, la familia tradicional es la base para el alcance de la felicidad personal y el perfeccionamiento moral. La señora March, la madre de las muchachas, es la guía espiritual y apoyo constante de las jóvenes. Todos los problemas son consultados con ella, siempre con plena confianza, e incluso Josefine, la más rebelde, es capaz de admitir que debe doblegar esa rebeldía. Son  reseñables en particular los consejos que da a su hija mayor Margaret después de que ésta se hubiera casado, los cuales se basan en que en una discusión conyugal ella debe ser la encargada de mantener la armonía y llevar la contraria lo menos posible a su marido, y en caso de hacerlo, siempre de forma indirecta, cambiando sus ideas de forma que él no se de apenas cuenta de que es por ella su cambio de ideas, algo impensable hoy en día, pero también nos dice que en el cuidado de los hijos son ambos los que están implicados y debe darse confianza a la autoridad paterna y dejar que se implique en el momento en que cree que debe hacerlo. En este aspecto podemos decir que hay consejos "universales" que no está de más recordar de vez en cuando, pero por otro lado otros no dejan de ser ya anticuados, ya que se remarcan muchos los roles de género para con el hogar, es decir, se nos pone muy de relieve cuál es el lugar de un hombre y una mujer en una casa.

El siguiente tema que me gustaría destacar y que, personalmente me ha sorprendido muy para mal es la autocensura. Veamos, Josefine es escritora, o pretende serlo con mucho esfuerzo y práctica, en una de las "fábulas" de la novela se nos muestra cómo ella para publicar en un periódico se le piden historias muy pasionales, historias de amor y muerte, de asesinatos o argumentos algo desagradables. En un momento dado, su educación familiar le hace sentir que está en un dilema moral, ya que debe tratar en sus obras temas escabrosos y desagradables lejanos a las historias morales que ella ha heredado de su familia. El problema es que Josefine termina por decidir autocensurarse, es decir siente como inmoral escribir ficciones violentas, y para mí no termina de estar del todo claro si la verdadera razón por la que termina renunciando a esto es porque realmente son temáticas que personalmente no le gusta tratar, o si su edulcorada educación le hace sentirse inmoral y esto es lo que realmente la incomoda. Sea como fuere, personalmente me pareció un desacierto una lección moral como ésta que se encamina hacia la autocensura en el arte, pero, obviamente esto no quita valor ni mucho menos al libro, pero sí es posible que esta fábula moral nos impresione especialmente como lectores de un mundo en que la libertad de expresión es de lo más importante independientemente de lo moral o inmoral (más en ficción), pero, como siempre, esto es una sociedad puritana de mediados del siglo XIX.

Por otra parte, y ya para acabar, sí me ha maravillado cómo hasta la muerte en esta novela está completamente naturalizada, sin ningún tipo de patetismo, sin desgarros de dolor, aullidos y arañazos en el pecho, simplemente paz, una incomprensible paz que nos emociona hasta lo más hondo.

Como conclusiones decir que es una lectura muy recomendable en tanto que, paradójicamente, es bastante realista, pintando un cuadro bastante detallado de la vida cotidiana en EEUU a mediados del siglo XIX, de modo que si tenemos curiosidad por la forma de vida, de pensar, de vivir de una familia media angloamericana en esta época, es un libro ideal, y digo paradójicamente, porque este no deja de ser un libro muy idealista en el que los problemas, además de ser muy cotidianos, tienen casi siempre fácil solución y nunca sin mayores consecuencias, salvo en la muerte, cuya falta de solución se contrarresta con la serenidad con la que se afronta. Tampoco voy a mentir diciendo que su, en ocasiones excesivo idealismo no es de vez en cuando purificador, más para los tiempos en que vivimos. Por supuesto, aunque es una novela realista no deja de tener buenos toques poéticos que embellecen mucho y hacen muy agradable el libro, es verdaderamente muy sencilla, sin demasiada elocuencia ni barroquismo, dando así ejemplo de su moraleja de sencillez, que está también muy presente. Aunque este libro se escribe en buena parte para servir de ejemplo educativo a las jóvenes de esta época, no podemos dejar de verlo también desde este punto de vista literario y etnográfico que no deja de hacerla una novela muy interesante.

Como última advertencia, yo no escogería la edición de Plutón para leer, yo la he leído de esta editorial y tiene bastantes erratas, la letra es ridículamente pequeña y apenas hay márgenes, de modo que la lectura se dificulta mucho haciendo que pueda resultar incluso pesada, pero eso es cosa de edición, no de la novela en sí, de modo que yo, una vez más animo al menos a probarla, a leerla para descubrir por vosotros mismos qué es, pero si no os gusta nada esa visión de la realidad excesivamente naif, no disfrutáis con historias muy muy cotidianas, si os parecen excesivas las moralinas en las que se basa el libro, tal vez no es para vosotros, pero jamás desanimaré a que probéis, porque hay también muchos aspectos positivos que también se han reseñado aquí.

Feliz domingo de lecturas de parte de la gatita. 

sábado, 19 de febrero de 2022

RESEÑA DE "LA CHICA DEL TREN" PAULA HAWKINS

 ¿Quién a estas alturas no habrá al menos oído hablar de Paula Hawkins y su "chica del tren"? Esta novela dio mucho de qué hablar y qué leer desde que se publicara allá por 2015. Por ese entonces yo andaba en otras cosas, y no fue hasta hace un par de años que no me llamó la atención en un momento en que necesitaba abrirme a otros géneros, y le tocó al thriller. Ya antes había leído género policíaco, había leído algún que otra novela de Agatha Christie de la (enorme) colección de mi madre, pero nunca había terminado de engancharme (algún día debería volver a ella aunque sea porque se la debo). Decidí entonces darle una oportunidad a algo un poco más  moderno, por ver un poco qué se había hecho del género, cómo se escribía ahora, y (lo admito)  ya por entonces me había convertido en una especie de gata curiosa en lo que a literatura se refería y me había prometido que se acababan los prejuicios y las reservas, mi lema se convirtió en "si te llama, aunque sea mínimamente, te lo llevas" y es que después de leer la sinopsis no podía quedarme sin saber de qué iba eso. Y por fin, después de unos años de lecturas atrasadas, le tocó el turno, y lo he disfrutado muchísimo. 

No tiene un lenguaje especialmente cuidado o elevado (no es lírica ¿vale?), no es como las novelas que leía de Christie, la historia ni siquiera se centra en la investigación del misterio, no es La carta robada...Paula Hawkins decide en este sentido sorprendernos y cambiar un poco el curso de lo que era la novela negra de investigación mostrándonos la perspectiva de los afectados, cómo viven ellos el misterio, cómo les afecta, pero dar más detalles sería desvelar el misterio. Solo decir que vamos a tener una novela coral en la que los diferentes personajes hablarán en primera persona de sus impresiones, de lo que saben, lo que creen saber, y ¿por qué no? sus propias mentiras y prejuicios, hasta el punto en que un mismo hecho nos parecerá dos distintos, pues cada versión, cada punto de vista,  nos dirá algo absolutamente nuevo y todo se irá construyendo a modo de un rompecabezas en el que pasarás mucho tiempo perdido, pero sin poder dejar de querer saber, necesitarás más detalles.

De este modo, la historia puede resultar al principio algo confusa, pues no sabes quién es quién ni qué  relación tiene un personaje con el anterior, además de que el orden de los hechos, escritos a modo de diario, no es necesariamente cronológico, y debemos estar muy atentos a las fechas en las que se cuenta cada capítulo, pues nos iremos dando cuenta de que puede que haya más de un tiempo en el libro (y no debo decir más), pero sí advertir que hay que estar muy atento a las fechas.

Al ser una novela coral, contada en primera persona por diferentes personajes será extraordinariamente fácil empatizar con cada uno de ellos, más cuando se trata de personajes absolutamente reales: son personajes que podrían ser cualquiera: ustedes, un amigo, o incluso yo misma. Pero eso hace a su vez que sea absolutamente difícil saber la verdad ya que, en cada capítulo ocurrirá algo que lo cambie absolutamente todo (más conforme nos acercamos al final) y toda teoría que te hayas montado se deshará. Da igual cuántas novelas o series o películas del género hayas consumido, no te la ves venir, por esto debo decir que una de las cualidades más destacables del libro es la maestría con la que se dosifica la información, de modo que siempre te dejará con las ganas de saber, y no, no sabes por dónde va a venir el golpe. Todo el tiempo se nos irá dando información de los personajes y su entorno, de modo que el libro se compone de un gran rompecabezas cuyo dibujo desconoces y conforme juntas las diminutas piezas verás que hay muchas que no encajan, os volveréis locos buscando las piezas porque nunca encajará la que creéis que encaja, y en cuanto consigues que todo encaje aún deberás alejarte mucho mucho del resultado para verlo en todo su esplendor. 

Definitivamente animo mucho a cualquiera a leer el libro pero, como me gusta advertir, es cierto que hay bastante violencia, y puede que den mucha impresión algunas escenas, pero va a merecer la pena. 

NO ES UN LIBRO DE TERROR, lo advierto de este modo, pero si sois algo sensibles algunos elementos os causarán impresión. Yo admito que personalmente soy muy sensible. A mí me afecta todo, pero aún siendo consciente de esto, puedo decir que disfruté mucho la novela. Me costó volver a coger otro libro después de éste porque no podía quitarme la historia de la cabeza (aún ahora recordarla me da escalofríos).No es que me diera pesadillas ni nada, no se trata de eso, pero es una historia que cala muy profundamente, más cuando ves personajes tan humanos que podrían ser cualquiera, y a los que les pasan cosas terribles que pueden pasar a cualquiera. Ni siquiera el misterio que hay de por medio es algo extraordinario, pues es algo que ocurre todos los días, la atmósfera general en la que se respira toda la novela es lo más parecido a lo siniestro en lo cotidiano: Todo es absolutamente cotidiano, los días a veces parecen los mismos y si no es porque se lleva en forma de diario, no te darías cuenta del paso del tiempo de la novela, pero todo el tiempo, desde el principio ,solo tienes la sensación de de que algo no está bien, algo desentona, y no puedes ver qué es y esta sensación cada vez va a más. 

Este es el otro punto fuerte de esta novela: desde el principio aunque "aún no haya pasado nada" tienes la sensación de que hay cosas fuera de sitio, que no encajan, que no están bien, y psicológicamente te precipitas hacia la novela, donde vas sintiendo cada vez más el efecto de lo siniestro.

En definitiva, y ya para acabar, si queréis algo entretenido, que os enganche y no os deje soltar el libro, y que al mismo tiempo os transmita gran emoción (y conmoción) La chica del tren es vuestra novela. Yo, sinceramente me he quedado con ganas de más de esta autora, y no dudéis que volverá a aparecer por aquí.

Me despido, como siempre, agradeciendo el tiempo que dedicáis a este espacio, cualquier comentario será, como siempre, bienvenido. ¡Buen fin de semana de lecturitas!


domingo, 13 de febrero de 2022

RESEÑA DE "ANNA KARENINA" DE LEÓN TÓLSTOI

 Anna Karenina es otra de las grandes novelas relistas calificadas temáticamente como "novela de adulterio", a veces también es llamada "la madame Bovary rusa", sin embargo, no nos engañemos, la historia de Anna es realmente diferente a la de Emma.

La novela de Tólstoi nos muestra un amplio panorama de el mundo sentimental y la institución matrimonial dentro de la nobleza rusa del siglo XIX. Aunque Anna es la indudable protagonista de la historia, a diferencia de lo que hace Flaubert, Tólstoi nos muestra un abanico de diferentes situaciones matrimoniales en la novela, de las que yo destacaré tres, de as cuales, solo una es feliz: por un lado tenemos el matrimonio de Daria Alejandrovna con Oblonsky, primer matrimonio que aparece en la novela y que comienza precisamente con un episodio de adulterio por parte de éste último hacia su mujer, lo que llevará una serie de desdichas, que si bien terminan por resolverse de forma, más o menos satisfactoria, ya que Daria perdona a su marido por mediación precisamente de Anna, nos producen ya cierto adelanto, cierta premonición del futuro; por otro lado tenemos el matrimonio de Anna con Karenin que ahora veremos en detalle; y por último, el matrimonio de Catalina Alejandrovna "Kitty" con Levin, único matrimonio feliz, por lo que veremos más tarde.

Tanto en el caso de Daria "Dolly" como en el de Anna se trata de matrimonios infelices faltos de amor. Oblonsky aunque "respeta" a su mujer, es evidente en su comportamiento que no la ama, viven vidas prácticamente separadas, en espacios completamente diferentes: Daria se dedica a la organización del hogar, organizar el trabajo de los criados y los hijos, mientras Oblonsky es un político con sus sesiones de asamblea y su vida laboral exterior a la casa y en ningún momento comparten nada, ni siquiera los hijos.

El caso de Anna es más llamativo y se ve con más detalle el problema de la vida familiar de la alta sociedad rusa. Desde el primer momento vemos que Anna no quiere a Karenin, nunca le ha querido, y aunque no conocemos los detalles sobre cómo pudieron terminar con una vida en común cuando no se muestran ningún tipo de cariño el uno al otro, se puede de algún modo adivinar precisamente por la historia de Levin y Kitty, a la que ahora iremos a ver. Karenin, por su parte tampoco ama a Anna, la quiere en tanto que es su semejante, su hermana. Hay que destacar aquí el carácter profundamente cristiano que tiene Karenin, bajo su punto de vista (esto no se muestra de forma explícita, pero se infiere de las reflexiones que él hace al respecto de la infidelidad de su esposa) Anna es una hermana a la que hay que salvar, no la ama como a una esposa, de hecho, ni siquiera muestra celos o rabia de ningún tipo cuando se entera de la infidelidad de su mujer, sino que su primera preocupación es mantener su reputación, y con ella su credibilidad y su status en su trabajo. Karenin entonces, bajo esta perspectiva, puede presentarse a nuestros ojos como un simple hombre práctico que se casó porque había que casarse, tuvo un hijo porque había que tenerlo, se afecta por la infidelidad de su mujer, porque esto le trastoca su mundo de comodidad en el que se ha establecido, Anna llega incluso en una ocasión a pensar de él que es un autómata, y efectivamente, salvo por pequeñísimos momentos que muestra cierta debilidad emocional por esta situación, la mayor parte del tiempo así se comporta como tal, no hay más que ver la escena en la que intenta educar a su hijo y darle clases una vez Anna abandona la casa, estad especialmente atentos a este pasaje para ver por qué Anna le acusa de autómata, sin embargo, como digo, no debemos caer en el "maniqueísmo" y pensar que Karenin es efectivamente una máquina sin sentimientos, no lo es, solo finge, o trata de serlo porque no se permite a sí mismo "caer" en las "debilidades humanas" para mantener el orden equilibrado de su vida.

Anna, por su parte, como ya anunciaba al principio, no es como Emma, ya señalé en su día cierto carácter infantil que presenta Emma y que es lo que le lleva realmente a su infelicidad en el matrimonio, Anna no es así, Anna vive atrapada en un matrimonio, en una convivencia con una persona a la que nunca quiso, con la que nunca quiso estar, no se había permitido a sí misma experimentar el amor, y mucho menos sabía lo que era estar con una persona que la amara y a la que ella amara, hasta que conoce a Vronsky. La relación entre ambos se nos presenta como algo que sucede poco a poco, pero a buen ritmo, es decir, tenemos diferentes escenas con encuentros casuales, pero sin darnos casi cuenta ambos ya se manifiestan su amor y comienzan su relación. Ambos son felices juntos y ambos se aman y desean estar juntos, solo una cosa rompe esta felicidad: la tremenda dificultad de regular su situación y que Anna pueda conseguir el divorcio. A través de esta circunstancia se nos muestran los mecanismos de esta sociedad a la hora de proceder en los trámites de la separación del matrimonio, y nos damos cuenta entonces de lo absolutamente difícil que es conseguir un divorcio, no únicamente por los trámites administrativos, sino por una cuestión profundamente social que es el clásico "qué dirán" salvo porque esta circunstancia no se reduce a rumores y habladurías entre la aburrida aristocracia rusa que no tiene nada mejor que hacer, sino que es mucho más: una sospecha de inestabilidad dentro de la familia puede provocar la falta de credibilidad, entre otras cosas. Esto es lo que le ocurre un poco a Karenin cuando se da cuenta de que todo el mundo conoce la situación de Anna con Vronsky, se da cuenta también de que cada vez sus compañeros se toman menos en serio sus reformas para el campo ruso, reformas que le cuesta sacar adelante por esta falta de credibilidad que le da sus problemas con su mujer. Esto produce un estado de absoluta opresión para Anna, una opresión que Tólstoi es capaz con sus palabras trasladarnos como lectores. Podemos sentir en cada momento cómo conforme pasa el tiempo, Anna es incapaz de alcanzar la felicidad ni aún pudiendo estar con el hombre al que ama porque ha sido completamente apartada de sus amigos y de toda su vida social, y también de su hijo. Anna entonces vive una atmósfera asfixiante durante toda la novela, más cuando al final su vida se ha convertido en una ratonera, un callejón sin salida: por un lado, volver a su vida anterior con Karenin y renunciar a Vronsky  la hará infeliz al estar con una persona a la que no ama, por otro, abandonar a Karenin implicaría el alejamiento de su hijo y de sus amigos, de la que sería también su familia (pues nos daremos cuenta de que todos los personajes en realidad forman parte de una gran familia de hermanos, cuñados, primos... realmente compleja) al final, jamás alcanzará la felicidad y esta situación se reflejará en su relación con Vronsky, que veremos cómo queda absolutamente ajeno a esta marginación social, aunque todos saben que es el amante de Anna, lo que resulta como poco, llamativo, mientras ella prácticamente termina por vivir el exilio, a pesar de los viajes al extranjero que realizan juntos, que produce en ella una mayor comodidad  y tranquilidad, estos viajes siempre tienen billete de vuelta para Rusia, donde ya no tiene amigos ni familia y prácticamente vive en el exilio social, salvo por casos muy muy concretos de familia muy cercana, pero para ella no es suficiente y su situación social ambigua porque no termina de divorciarse, pero tampoco puede volver a su casa, termina por crear la asfixia.

Por tanto, la decisión final de Anna de acabar con su vida, a diferencia de Emma, es una cuestión de presión social, me explico, como vemos, Anna termina por no tener vida, busca su felicidad para encontrarse con una infelicidad mayor de la que tenía por cuestiones que hoy veríamos tan triviales como un divorcio, ¡qué fácil y qué diferente hubiera sido todo si hubiera podido conseguir el divorcio en unos términos justos!, sin embargo, esto no era posible: el divorcio le quitaba derecho a todo, dañaba su imagen ante su círculo y no le permitía paz. Finalmente está tan atrapada que solo hay una forma de salir.

Finalmente tenemos el matrimonio de Catalina (Kitty) y Levin. Esta va a ser la única pareja feliz de toda la obra, y es la pareja que nos muestra la pista de qué hacía Anna conviviendo con alguien a quien no quería, y es que Catalina y Levin estaban enamorados y esto a la madre de Kitty, pues no es que le pareciera mal, pero Levin es un hombre de campo que no maneja una posición social tan grande como Vronsky, el candidato que la madre de Kitty consideraba idóneo para su hija. En esta historia vemos cómo Kitty debe tomar una decisión que, a priori es suya, pero que se hace tremendamente difícil debido a la presión que ejerce su familia (en particular su madre) porque piense en su posición social y elija a Vronsky. No sabemos si esto es lo que ocurrió con Anna en el momento en que se casa con Karenin, pero dado cómo se nos presenta esta historia, parece que es algo habitual que los padres (y particularmente las madres) terminen por meter la mano dentro del matrimonio de sus hijos. Como vemos no se trata de matrimonios forzados y concertados desde el mismo nacimiento de los hijos de forma inamovible, pero sí de forma muy sutil, parece que se encamina a los jóvenes a tratar de seguir los consejos que sus queridas madres les dan respecto a su futuro matrimonial, no sin cierto chantaje emocional, al que finalmente, Kitty se resiste, y por esto, es el único matrimonio feliz de la obra. No obstante, Kitty y Levin van a tener problemas durante su noviazgo y su matrimonio, pero no nos engañemos, no se trata de la absoluta infelicidad que trae consigo el matrimonio sin amor de Anna o Daria, todos los matrimonios pasan por dificultades, pero se nota al leer el libro qué es qué y cuál es cuál, y lo vemos precisamente al caso de estos dos últimos, que terminan de forma feliz, a pesar de las dificultades que puedan tener.

Un último apunte me gustaría dar sobre un tema completamente distinto al principal de la novela, pero que no deja tener su importancia, y que también está relacionada con Levin: Sabed que Levin, aunque es noble, como he mencionado antes, es noble de campo, ¿qué es esto de noble de campo? Levin es un terrateniente, pero que en lugar de vivir en la capital dejando que sus asuntos económicos lo lleven otros para él solo ver los resultados en sus rentas, vive en el campo, vive cerca de sus campesinos, e incluso en la novela se nos muestra cómo en muchas ocasiones incluso trabaja con ellos como uno más, les trata con gran familiaridad, casi como si fuera uno más entre ellos. Esta circunstancia nos puede resultar algo llamativa tratándose de un noble, incluso nos empuja a mostrar cierta simpatía hacia este personaje (a mí me pasó) hasta que ves cómo muestra cierta condescendencia hacia sus trabajadores. Hay un momento en la novela en la que Levin, se queja de que sus campesinos se empeñan en utilizar maquinarias anticuadas para el arado y la cosecha de los campos  y desprecian las nuevas que Levin compra, además de que si no las rechazan de forma absoluta, su completa ignorancia termina por romperlas. Estos comentarios, personalmente me parecieron que tenían un enorme filón clasista que, en absoluto atribuyo a quien esta novela escribió, pero que sí tiene este personaje. Levin es un personaje que, a simple vista (y es que seguramente es porque es así) nos muestra una sencillez en su forma de vivir y trabajar que nos parecería por un momento que es un trabajador más, pero cuando se queja de la forma de trabajar de sus campesinos, que no son capaces de adoptar técnicas nuevas que les harían el trabajo más agradable, no saben usar las máquinas y las rompen o terminan por simplemente ignorarlas, nos hace preguntarnos si tal vez no existe un amplio clasismo por parte de Levin al hacer estas reflexiones, ya que se queja de la ignorancia de sus campesinos, pero tampoco hace nada por remediarla enseñándoles las nuevas técnicas que él tan bien conoce y sabe manejar. Por supuesto esto es solo una reflexión más personal, si algún día leéis la novela y al llegar a este pasaje tenéis impresiones distintas es absolutamente normal y legítimo.

 Respecto a o que es la novela en general, personalmente, a pesar de lo larga que es (nada menos que 1088 páginas) se me hizo mucho más ligera que Madame Bovary, y es que las descripciones y la narración son inmensamente más ligeras que la novela francesa, sin embargo, no deja de ser una novela muy larga y para nada se lee de tirón. Sean pacientes, porque esta paciencia merece mucho la pena, ya que Tólstoi es único para conseguir crear la atmósfera de asfixia y de opresión que caracteriza la historia de Anna, vais a poder sentir cada problema, cada desencanto, cada momento de angustia y desesperación, casi se puede olvidar que, afortunadamente, este terrible problema ya no forma parte de nuestra sociedad, porque vais a vivirlo todo. Por este motivo merece la pena cada página, cada palabra, ya que puede que 1088 páginas parezcan muchas, pero no sobra ni una coma, todo es relevante, todo es importante y contribuye a esta atmósfera tan cargada y pesada que tiene la historia de Anna, y todo contribuye a hacernos verdaderamente sentir esta trágica y terrible historia. Anna Karenina es de esos clásicos que merecen su puesto en la historia de la literatura y no podéis morir sin haberla leído. A mí me ha costado comenzar a interesarme por ella y por el realismo en general, pero tampoco hay prisa, a cada uno le llama cuando le llama, por lo que es muy importante que la leáis cuando os sintáis atraídos por ella y no antes, porque entonces sí será un suplicio. Sí espero que al menos esta reseña os permita dar el primer paso hacia esta OBRA con mayúsculas.

Como siempre, para terminar, agradezco mil veces la paciencia que dedicáis a leer las reseñas, soy consciente de lo terriblemente coñazo que soy (por qué no decirlo con todas las letras) pero no puedo remediarlo, obviamente agradezco también si hay alguien a quien les guste aunque sea mínimamente, después de todo, esto es para animaros a vosotros a leer libros que quizás no conocíais, libros que quizás conocíais pero a los que tenéis miedo por su volumen o su pesadez, o simplemente para animaros a dar nuevos puntos de vista al mío, si ya habéis leído la obra, en resumen la finalidad es compartir y siempre me encantará veros ahí compartiendo.

         MUY FELIZ DOMINGO DE LECTURAS 

 

 

 

domingo, 30 de enero de 2022

RESEÑA DE "LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS" TORCUATO LUCA DE TENA

Lo primero que llama la atención  de este libro es que está realmente bien documentado. Luca de Tena se tomó la molestia de observar e investigar cómo era el verdadero ambiente en un hospital psiquiátrico, si bien de un hospital psiquiátrico de los años 60-70 (y privado en el caso de la novela), y esto es importante porque habrá veces que, como me pasó a mí, sintáis por el ambiente, el trato a los enfermos, alguna alusión a que la terapia de electro shock ya no se utiliza, como si fuera algo muy moderno o muy nuevo, entre otras cosas, que no encaja muy bien con la realidad de la sanidad mental a partir del siglo XXI. Esta es una primera advertencia para el que no lo supiera, como me pasó a mí, de modo tened en cuenta esto.

Una de las cosas que más me gustaron fue el gran abanico de espectros de la enfermedad mental que se manejan. Las historias de muchos de los enfermos que allí residen y se relacionan con nuestra protagonista Alice, son contadas de forma indirecta a través de los médicos, y no os podéis hacer una idea de lo terribles, e incluso crueles que pueden llegar a ser algunas de estas historias, desde maltrato familiar, abandono, problemas de abusos de diferente clase, que incluso, por desgracia, siguen ocurriendo hoy en día, ya que muchos familiares de personas con enfermedades mentales, sean más leves o más agudas, simplemente buscan la forma de deshacerse de este familiar de forma fácil, y por supuesto no vuelven a aparecer en la vida del enfermo,lo que nos da una idea bastante detallada de la situación de esta gente.

El libro yo diría que tiene como dos grandes hilos o temas: la historia de Alice, por un lado, que no sabemos muy bien qué hace en ese lugar, parece que va a investigar un crimen, pero en seguida la toman por enferma y durante toda la historia Luca de Tena nos tendrá jugando con esta circunstancia hasta el final, y lo hace realmente bien, porque pone a los lectores en la situación de los médicos y en la de Alice al mismo tiempo, y vemos que Alice todo el libro es muy coherente y en ocasiones parece sana y en otras no. De modo que toda la intriga de el libro, y lo que de algún modo engancha a la hora de leerlo es la circunstancia de qué pasa con Alice. El otro hilo es toda la gente que Alice conoce allí, vamos a conocer todos los lugares, las personas, toda la maquinaria de las instituciones mentales de arriba a abajo. En ocasiones, pueden resultar inverosímiles ciertas permisiones que se hacen con Alice para llegar a algunos sitios o hacer ciertas cosas que en teoría no debería hacer, pero se salvan muy bien, porque todo termina teniendo su justificación en que realmente no parece una enferma y podría ser muy útil para algunas cosas, ya que Alice es una mujer que, loca o no, es extremadamente inteligente y posee ciertas habilidades bastante útiles. Esta relativa inverosimilitud también podría verse en la forma en que a veces habla Alice con los médicos en las diferentes pruebas y entrevistas, que a veces es excesivamente poética, aunque esta circunstancia también se salva por el hecho de que es una mujer muy culta.

Independientemente de estas circunstancias que, como digo, quedan muy bien salvadas y justificadas, es una obra muy rica y muy recomentable tanto a nivel estrictamente literario como a nivel de documentación. Respecto a la trama diré que la información está tan bien dosificada que llegará un punto en que ni siquiera nosotros sabremos qué es real y qué no, qué es verdad, qué es mentira, qué es desconocimiento o confusión, y nadie será "de fiar" a la hora de intentar descubrir la verdad. Hacia el final de la novela, es cierto que la resolución de este misterio que envuelve a Alice se precipita un poco, no es tanto precipitación, como que la acción acelera de forma muy notable y vamos a ver que todo pasa de repente muy rápido, aunque en general el ritmo de la novela ya es rápido de por sí y todo el misterio de Alice hace que de algún modo enganche mucho más y se lea incluso más rápido a pesar de sus casi cuatrocientas páginas, que según para quién no serán muchas, pero tampoco son pocas.

Para acabar, personalmente es un libro que no me esperaba para nada que me llegara y me gustara tanto. Yo lo leí por recomendación de mi padre y no me dijo casi nada de la trama más que era sobre un psiquiátrico, lo suficiente para picarme la curiosidad y como lo tenía en el E-book, no me lo pensé y ya necesitaba saber qué tenía tan especial, y ya desde el principio con el ingreso de Alice, solo quieres entender qué pasa y por qué sucede todo eso, de modo que no es para nada pesado. Sí digo a personas que sean especialmente sensibles que va a haber cosas poco agradables, es lo lógico, pero yo que me afectan mucho las cosas lo he aguantado bien, de modo que tampoco debe ser un problema, pero siempre es bueno avisar por si acaso.

Como advertencia final, también estad muy atentos a la historia de Urquieta, porque también es un personaje especial, yo lo dejo ahí. Así que para la poquísima gente que aún no lo haya leído, ya que este libro es ya prácticamente un clásico contemporáneo y lo habrá leído todo el mundo, para aquellos que aún no, ya estáis corriendo, de verdad, tanto la forma como la historia lo merecen.

Feliz domingo.

sábado, 29 de enero de 2022

RESEÑA DE "NUESTRA SEÑORA DE PARÍS" VÍCTOR HUGO

 Esta historia nos trae al París de siglo XV, una época en la que las habladurías, las leyendas y los prejuicios son el sustento de la sociedad parisina. Y precisamente de prejuicios (entre otras cosas) es de lo que nos habla esta novela.

Me gustaría empezar hablando de la narración de la obra. Es bastante evidente que el narrador es una especie de "yo poético" que nos va guiando a través de la historia de los diversos personajes, y esto se nota más que nada en la cantidad de digresiones que se hacen a lo largo de la novela en las que el "yo poético" (y casi me atrevería a decir, el mismo autor) desde el siglo XIX nos comenta en más de una ocasión los cambios arquitectónicos de la ciudad de París y sus maravillosos edificios históricos, entre ellos, Nuestra Señora. No obstante, y aunque al que la historia del arte le importe más bien poco al lector, no se puede ignorar que las descripciones que se hacen a lo largo de la novela son de una gran belleza. De estas descripciones me gustaría destacar la de un capítulo llamado (si no recuerdo mal) "París a vista de pájaro" en la que Víctor Hugo nos hace una detalladísima pero preciosa descripción de todo París desde lo alto de la catedral. Como digo, estos son momentos en que la acción se para por completo y tal vez resulten algo pesados de leer, pero yo no me saltaría ni una línea, ya que esta información puramente ambiental puede llevarnos a entrar mucho más de lleno en la sociedad parisina del siglo XV y sus hábitos, que no carecen de importancia para el libro. 

Como había mencionado antes, precisamente de prejuicios va la obra y es el comportamiento de los personajes lo que nos va a mostrar cómo son estos prejuicios y en qué se basan, así que sin más preámbulo me voy hacia lo que considero que es la parte más sólida y fuerte de la novela: los personajes.

Me gustaría comenzar con Dom Claude Frollo. Este es para mí uno de los mejores personajes de la novela, en cuanto a construcción. Es archidiácono católico que vive en Nuestra Señora. Un hombre que siempre ha buscado el conocimiento, es cultísimo y piadoso, pero, aunque parezca paradógico, cruel.Él adopta a Quasimodo, al que encuentra en la zona de expósitos de la catedral, a pesar de su extrema fealdad y deformidad, le enseña lo que sabe y le mantiene allí a salvo del mundo, pero al mismo tiempo, ejerce violencia contra él, la misma novela nos dice que le maltrata. Esto contrasta también con la actitud que tiene para con su hermano Jehan. Jehan es adoptado por su familia y Frollo lo acoge como a su hermano pequeño, éste es ahora un estudiante, pero es golfo y vago y derrocha el dinero que le da Frollo en tabernas y juergas, sin embargo, Dom Claude, siempre le perdona y le da más dinero, esto junto al hecho de que adopta al deforme Quasimodo, nos da una imagen bastante buena de él, a pesar de su crueldad, como digo, es un personaje increíblemente complejo. Dom Claude, es también un enamorado, a pesar de su condición de sacerdote católico, y ya veremos más adelante en el tema del amor, cómo le afecta y cómo reacciona a él.

El siguiente personaje del que me gustaría hablar es La Esmeralda. Es una jovencita de unos dieciséis años conocida como "La egipcia" que se dedica a cantar y bailar en la plaza. Este personaje también está magistrlamente construido. Es una joven de un grupo marginado de la sociedad por ser gitana (de ahí lo de llamarla La Egipcia), por supuesto, es pobre y vive entre otros personajes marginados por esta condición, pero a pesar de esto, tiene un comportamiento muy diferente al de otros personajes considerados como "nobles" por su condición social, ya que es piadosa y siempre trata de ayudar a los demás, es muy significativa una escena en la que, después de intentar ser secuestrada por Quasimodo (ya veremos más adelante los detalles de este "intento de secuestro") y siendo este torturado públicamente por la justicia, ella le libera y le cura las heridas, siendo ella la "víctima". Solo este pasaje nos muestra hasta qué punto en esta novela la condición social de los personajes es inversamente proporcional a su actitud, una cuestión que es plenamente romántica, veremos que esto se cumple también en los demás personajes.

Quasimodo es "el monstruo". Nace físicamente deforme, y además con el tiempo se vuelve sordo. Esta condición de la sordera es muy importante, ya que es la puntilla que termina de aislarlo del mundo, siendo únicamente capaz de comunicarse con Dom Claude. Si juntamos todas las condiciones ambientales que rodean a Quasimodo: sordera y, por consiguiente incapaz de comunicarse, aislamiento, porque nunca sale de la catedral (salvo en una ocasión que ya veremos), el único humano que conoce, a pesar de educarle, le maltrata... tenemos un cóctel explosivo, y es que, como nos dice el mismo Víctor Hugo, era malo. Pero, cuidado, porque, como luego matiza, era malo porque era salvaje, Quasimodo es lo más parecido al tropo del niño criado por lobos que de repente es introducido en la civilización, es lo mismo. Quasimodo es malo, porque nunca ha sido educado en sociedad, no conoce las leyes y sus discapacidades físicas (sobre todo la sordera) le aíslan aún más de las normas y el comportamiento social, pero, y hay un "pero" muy grande, sus acciones y su actitud, van a contradecir esa afirmación, ya que, sobre todo por el amor (porque él también se enamora), va a ir humanizándose, y el contacto y la relación que acaba teniendo con la persona amada es lo que le va a ir haciendo menos monstruo y más humano (este es un tropo bastante utilizado en el romanticismo y en muchos cuentos populares del XVIII y XIX), de modo que, de nuevo, tenemos un personaje muy complejo.

El capitán Febo. De nuevo, este personaje está muy bien construido, pero no es un gran personaje y está hecho así a propósito. Cuando digo que no es un gran personaje, es que a pesar de su condición social y de lo que representa, no es para nada el tipo de noble que nos esperamos. Como he mencionado antes, el valor personal, es decir, los valores de los personajes, son inversamente proporcionales a su condición social, y el caso de Febo, no es excepcional. Éste es también un joven algo mayor que la Esmeralda, por lo que se puede entrever, pero su relación para con ella no deja de ser superficial, y no precisamente lo que podemos hablar un "amor verdadero", en seguida vemos esto.

Y todos estos personajes quedan de algún modo entrelazados a través de dos elementos: el amor y Pierre Gringoire, un personaje, vamos a decir "neutro" ya que hace más bien de enlace y de él no se sabe mucho más allá de que es escritor, en principio, de autos sacramentales y que tampoco vive muy desahogado económcamente.

Finalmente, ahora sí, el amor.  Cada uno de los protagonistas tiene una experiencia distinta del amor que delata su verdadero ser al margen de las apariencias.

Para Frollo, el amor es algo prohibido (ya hemos su condición de sacerdote) y de hecho, por lo que de él se sabe algo absolutamente nuevo y desconocido. Esto hace que se convierta en un amor obsesivo y absolutamente insano, más cuando la persona a la que ama no le corresponde, lo que le produce una gran ira. No se toma bien este rechazo, y, aunque sufre y vive un gran desgarro interno en tre sus obligaciones de sacerdote y su amor, es incapaz de manejar esta situación llevándole incluso a destruir el objeto de su amor, pues crea una acusación de brujería que acabaría con La Esmeralda, ya que, si no va a ser suya, no va a ser de nadie, de ahí que finalmente este personaje sea condenado y obtenga un final cruel, que cualquiera juzgaría que merece (ahora veremos el tema de los finales).

La Esmeralda está perdidamente enamorada del capitán Febo. Para ella el amor, como para cualquier adolescente, es hiperbólico, le adora. Su escasa relación es ciertamente muy apasionada y es un amor tan lleno de inocencia, tan lleno de ternura y tan terriblemente apasionado, que solo puede ser terriblemente trágico. El capitán es objeto de su pensamiento día y noche, y es incapaz de reconocer sus verdaderas intenciones.

En cuanto a Febo, no podemos hablar de amor, de hecho en una escena bien señalada se nos revelerará de forma absolutamente clara lo que La Esmeralda significaba para él. Nada. Como noble él sabe que su destino no va a ser casarse con la egipcia que canta y baila en la plaza, y tampoco parece desearlo, su auténtica pasividad hacia ella se revela en dos ocasiones: una hacia Quasimodo, quien en una ocasión trata de hacer que la visite en la catedral y él ni siquiera es capaz de acordarse de ella, y otra un poco antes, cuando está a punto de ser ahorcada y es incapaz siquiera de inmutarse ante la escena. Todas estas acciones solo nos muestran el carácter de divertimento, de aventura que para él tenía este amorío.

Finalmente, para Quasimodo, el amor es el elemento humanizador, es lo que termina de dejar de hacerle "monstruo" ya que es el único que es capaz de sentir un verdadero amor por la pobre egipcia. Sin ningún tipo de esperanza la salva de la horca y la oculta en la catedral, a pesar de sus sentimientos, es capaz de salir a buscar a su "rival" para rogarle que vaya a ver a su amada, este es el momento en que nos damos cuenta de que a el capitán, poco le importaba realmente la pobre Esmeralda, y el pobre se Quasimodo debe desilusionarla porque no es capaz de conseguir siquiera eso por ella. Cuando la "secuestra" debemos de entender que es un momento muy temprano de la obra y todavía el amor no ha hecho suficiente mella en esa humanización. Ese intento de secuestro no es ni más ni menos que un vivo reflejo de que no está habituado a vivir en sociedad, de modo que podemos deducir que el aíslamiento por su apariencia es lo que le hace más monstruo que la apariencia en sí, y por eso dice Hugo que es "malo", pero son precisamente estas acciones las que terminan de desmentir esta afirmación, del mismo modo que son las actuaciones de los demás lo que, por encima de los prejuicios, revelan su verdadero ser. 

Como vemos, prácticamente los personajes son los que mueven la obra, es su actuación la que crea la historia y es comprendiéndolos a ellos como llegamos  a los hechos. No quiero cerrar esto sin mencionar a otros dos personajes que tiene gran relevancia: la Sachette y el rey de Francia. De la Sachette solo diré que, aunque parece una digresión en la novela, es una historia muy importante y que cobrará todo su sentido hacia el final, así que no os la saltéis por pensar que se trata de una digresión, porque termina cobrando todo el sentido (decir más sería estropear la diversión). Respecto al Rey de Francia decir que no tiene una relevancia especial, más que al final de la obra, pero debéis fijaros bien en que es un personaje obviamente caricaturizado hasta el ridículo, de nuevo, los persoanjes, cuanto más poderosos en la escala social, menos nobles en la moral, así que si estamos hablando de el Rey de Francia, imaginad el grado en el que se le deja dentro de la novela (¡ATENCIÓN! PASAJE NO APTO PARA MONÁRQUICOS) .

Como conclusiones finales, decir que es una obra que me gustó muchísimo y me marcó muchísimo más. A pesar de que tal vez algunos tropos se encuentren muy manidos, no deja de ser ampliamente disfrutable, y no deja de ser siempre mucho más de lo que se dice. Los episodios con grandes descripciones artísticas no aportan mucho realmente a la trama, pero es importante leerlos aunque sea por encima, porque nos dan una idea muy clara del movimiento artístico en el que estamos, y nos ayuda a entender y situar todo el libro, además de que, por muy largas que a veces sean, no dejan de ser preciosas y muy logradas, de verdad si queréis viajar a París no hay mejor forma porque lo vais a ver todo.

Termino, como siempre dando las gracias y recordando que cualquier aportación y comentario es bienvenido tanto en el blog, como en la foto de instagram. ¡Buenas noches!

RESEÑA DE "ENTREVISTA CON EL VAMPIRO" DE ANN RICE

 RESEÑA DE ENTREVISTA CON EL VAMPIRO. ANN RICE


Louis de Pointe du Lac es un vampiro que, después de siglos, decide contar su vida a un periodista de San Francisco, y cómo cambió su vida después de que el vampiro Lestat, le convirtiera en uno.

La novela está contada en primera persona, ya que, como reza el título, se trata de una entrevista que un periodista realiza a nuestro protagonista, Louis. A pesar de tratarse de una entrevista, apenas se perciben los comentarios o preguntas del periodista, sino que la narración tiene gran fluidez en ese sentido. Sin embargo, Ann no olvida que todo lo que se nos cuenta es siempre a través de este marco narrativo, y nunca olvida en los momentos clave traernos al presente de la entrevista. Por supuesto este periodista haría las veces de lector, pues todas sus preguntas van siempre enfocadas a resolver esas dudas que al mismo lector se le pasarían por la cabeza si tuviera una oportunidad como la suya. Esta entrevista, entre otras cosas, va enfocada a desmentir o confirmar todos los mitos que rodean a la figura del vampiro, quien poco a poco, conforme nos cuenta sus experiencias, nos hace ver que los vampiros, al final, no son tan distintos del resto de humanos.

Louis, después de ser convertido por Lestat, pasa una parte importante de la historia con él, quien se ofrece como una especie de maestro y amigo: le enseña cómo beber la sangre, cómo y cuándo cazar, le enseña, a fin de cuentas a ser un vampiro. Y aquí se nos muestra lo que yo considero como uno de los grandes temas de la obra, la reflexión sobre qué es la humanidad, qué tiene de instintivo o animal, ¿el hecho de ser un vampiro te hace más animal o instintivo? En el momento en que avanzamos por el libro nos damos cuenta de que Louis no es como Lestat ni el resto de vampiros con los que vive, Louis rechaza desde el principio su naturaleza de vampiro y se esfuerza al máximo por no perder la humanidad, mientras Lestat (y otros vampiros) se han abandonado por completo asumen su parte animal y casi que incluso les domina, haciéndoles aparecer prácticamente como asesinos. 

Esto nos lleva a otro tema o punto importante, el sufrimiento por el desgarro interior. Luchar contra un instinto tan fuerte como el de la necesidad de sangre para sobrevivir produce un gran desgarro en el interior de Louis. En más de una ocasión está al borde de la muerte porque se niega a la sangre humana, mientras Lestat, en su sentido práctico y naturalizado de su condición le anima continuamente a cazar víctimas humanas, pues para él y otros vampiros no es diferente eso de lo que hacen los humanos comiendo ternera. Claudia, otro de los grandes personajes (y de gran interés, por cierto) sufre su propio desgarro interior. Claudia es una niña de unos cinco años que queda huérfana en una de las cacerías de Lestat y el hecho de que sea Louis quien la convierte en vampira tendrá relevancia cuando siglos después, Claudia crezca, o mejor dicho, evolucione, mental y emocionalmente sin que su cuerpo cambie. A priori, no debería ser un problema, del mismo modo que no es un trauma especial para Louis, pero en el caso de Claudia es distinto, ¿os imagináis pasar por la pubertad, la adolescencia, la juventud de los veinte (con todo lo que eso conlleva en cambios hormonales, de pensamiento, de emociones) pero siempre con el cuerpo que teníais a los cinco o seis años? Esta va a ser la gran tragedia de Claudia, su gran lucha va a consisitir en verse cambiar, siendo para siempre una niña. En cuanto a su relación como vampira con el resto de humanos, va a ser algo complejo, pues ella tendrá dos modelos: el de Lestat, quien le enseñará que es una asesina y debe matar si quiere vivir, le va a enseñar a beber la sangre de los humanos sin ningún tipo de discriminación o piedad, y el de Louis, quien, por otro lado tratará de mantener parte de su humanidad.

Por último, Lestat es la naturaleza pura, el instinto desatado, como he mencionado al principio, es pura naturaleza animal, lo que no deja de estar relacionado con su sentido estrictamente práctico y material de el hecho de ser vampiro. Según esta filosofía, el asesinato, el beber sangre humana forma parte de su naturaleza, es algo contra lo que no se puede (e incluso no se debe) luchar, para él, debe aceptarse su naturaleza, aceptarse su parte animal, y esto, en mi opinión, ya que nos ponemos filosóficos, la propuesta de Lestat no es descabellada, ni mucho menos encarna EL mal con mayúsculas, del qe ahora hablaré, simplemente consiste en aceptar que también somos animales. Sin embaro, esta filosofía tiene un fallo y es, los humanos (y tampoco los vampiros) no son puramente animales, tienen un algo más, ese algo más que Louis conserva en su negación de la naturaleza.

Así las cosas, no puedo culpar a aquellos lectores que, decidiendo embarcarse en esta novela, vieran con sus propios ojos la actitud de Lestat les parezca horrible y repugnante, pero yo aconsejaría no caer en esta visión tan simplista, pues no olvidemos que Lestat no dice en ningún momento nada que no sea verdad. Sea como fuere, las cuestiones morales, aunque son realmente interesantes en esta novela, no son las únicas que nos traen, por eso paso ahora al siguiente tema o punto de esta obra.

Otro de los temas, que en mi opinión se relaciona con el anterior es el sufrimiento. Ya he hablado antes del desgarro interior que sufre Claudia tanto a nivel de su propio cuerpo como psicológico y emocional. En este aspecto, siguiendo con Claudia, ser un vampiro termina por suponer una trágica condena, ya que sus ideas, emociones, entendimiento, etc. cambiarán, pero su cuerpo no lo hará con ella, esto supone un desgarro interior, porque a pesar de irse haciendo adulta con los años (y siglos) jamás va a vivir los cambios físicos que deben acompañar a los psicológicos, además de que a pesar de sus cambios psicológicos, jamás dejará de verse y ser vista por otros como una niña pequeña, y esto también nos ocurre a nosotros como lectores, si un día tenéis la gracia de leer este libro, fijados bien en cómo la percepción de Claudia para vosotros siempre será la de una niña, a pesar del  tiempo que pasa, y esto, claro le provoca mucho dolor y sufrimiento, ese gran desgarro absolutamente trágico.

Otro gran tema es la fraternidad y el amor. La fraternidad está vista de diferentes maneras, y aunque no se habla de forma explícita de ella, no podemos negar que al final, los vampiros viven todos en una especie de comuna fraternal, a pesar de cierta relación de poder, ya que hay un "jefe" vampiro, que en este caso es Armand, que sin embargo tampoco parece significativa. Esta fraternidad colectiva no deja de ser una especie de contrato oral, una especie de trato según el cual los vampiros, como especie aparte se deben proteger entre ellos, de hecho, es prácticamente pecado mortal para ellos matarse entre sí, pero no trasciende más allá de eso porque en general son bastante egoístas por ese gran instinto que tienen. Sin embargo, hay otro modo de fraternidad, incluso casi de relación paternal que es la que consiguen entablar Claudia y Louis. Su relación yo sí la diría verdaderamente fraternal, pues no se basa en ningún tipo de contrato, sino en el verdadero aprecio que se tienen, lo cual es signo de que, como venimos diciendo Louis nunca deja de ser en cierto modo humano y Claudia también estará siempre en ese delicadísimo equilibrio.

De nuevo, esto nos lleva a otro gran tema, la pérdida. No quiero desvelar grandes claves del libro ya que es importante descubrir estas cosas en la lectura, pero advierto que, la pérdida es un tema especialmente importante y que hace que no deje de ser, en cierto modo, una novela trágica, ya que aquí es uno de los momentos en que más patente se hace el tema del sufrimiento, sobre todo en el personaje de Louis, y que claramente se relaciona estrechamente con la inmortalidad y la eternidad.

Finalmente, después de todas estas consideraciones y estos temas, no puedo dejar de decir (y creo que se nota) que esta novela ha sido un descubrimiento para mí y no puedo dejar de recomendarla. Se lee bastante rápido a pesar se sus casi quinientas páginas porque se disfruta cada palabra, no solo la gran historia que hay detrás, sino la forma en que está escrita es realmente cuidada y poética, consiguiendo que cada sentimiento, cada escena te cale hasta el tuétano. Yo la leí allá por octubre y aún no consigo superarla, lo único que lamento es no haberla leído antes. Espero, así mismo que esta reseña os anime a leerla y disfrutarla tanto como lo he hecho yo, a pesar de que no es precisamente una novela desconocida y probablemente muchos de los que esto leáis ya la habréis disfrutado, en tal caso siempre son bienvenidas aportaciones, comentarios y todo tipo de ideas que ayuden a ver más claves.