martes, 21 de noviembre de 2023

RESEÑA DE "CUENTOS TRADICIONALES DE JAPÓN" RICHARD GORDON SMITH Ed: SATORI

Richard Gordon Smith fue un naturalista y un viajero inglés que vivió en la segunda mitad del siglo XIX. Viajó por extremo oriente llegando hasta Japón en 1897 donde quedó fascinado por el folclore y el exotismo del país. Estuvo allí tres años, tras los cuales, tuvo que volver a Inglaterra pero, al caer enfermo en el viaje, tuvo que volver a Japón. En 1905 viaja de nuevo a Inglaterra, pero no se queda demasiado tiempo y decide volver definitivamente a Japón. Sus cuentos tradicionales de Japón se publican en 1908.

Esta antología de cincuenta y siete relatos recoge historias de lo más variopintas de todo Japón. Los temas más destacados son: historias de fantasmas, historias que explican la fundación de algunos templos importantes, extraordinariamente exaltadas historias de amor que van más allá de la propia muerte, historias de espíritus que habitan en los sauces, los cerezos, crisantemos, los animales; cuentos sobre el mar, fábulas con alguna moraleja contra la mentira o la corrupción, etc. Es reseñable, además, que muchos de estos relatos se basan especialmente en la filosofía budista, sin embargo, he podido notar que la filosofía budista que se desarrolla en Japón o, al menos, la que se presenta en estos relatos, es algo diferente de la tibetana y tiene algunas doctrinas que podrían alejarse un poco del budismo que se conoce del Tíbet y que no deja de ser muy interesante descubrir.

En general, esta antología lo que nos permite es crearnos un panorama general de diferentes aspectos culturales de la vida tradicional japonesa: el matrimonio, la muerte, el sistema feudal e imperial, la religión y diferentes formas de vivirla, la pesca... No puedo reseñar aquí cada uno de los cincuenta y siete, pero destacaré alguno de cada temática. La mayor parte de las historias se ambientan en la época de los samurái, entre los siglos XV y XVII, por lo que encontraremos también muchas historias con esta ambientación temática, otras se ambientan en un tiempo indeterminado fabulístico:

-Historias de fantasmas y la muerte: destacan aquí historias sobre fantasmas que, al no poder descansar en paz por haber tenido una muerte violenta, se aparecen a los vivos hasta que reciben buena sepultura. Este tipo de historias también se encuentran en nuestra tradición europea y no nos resultará muy ajena. Destaca en esta categoría la historia de El secreto del estanque de Iidamachi donde se nos presenta la historia de un matrimonio con una hija, a priori, feliz, pero un día O-Komé, la madre de la niña, va a su hermano a pedir que le ayude a divorciarse de su marido porque desde hace algunos días ve una aparición en su casa y su hija la reconoce como O-Sumi y no quiere vivir más en esa casa. Se realiza una investigación, pero no se consigue saber quién es la tal O-Sumi, hasta que la abuela de Hayashi, el padre de la niña y marido de O-Komé, le cuenta la trágica historia de O-Sumi, quien resulta ser un fantasma atormentado.

 

Otro tipo de historias de fantasmas se relacionan con templos o casas encantadas, pero que, de nuevo, se relacionan con espíritus que no pueden descansar, con la diferencia de que, en este caso se nos presenta también una figura mitológica peculiar, el shito dama, lo más parecido a la expresión del espíritu de una persona, como El templo encantado de la provincia de Inaba donde un joven monje decide rehabilitar un templo abandonado de una aldea que se dice encantado por el shito dama de un monje. 

Este tipo de historias de fantasmas no son necesariamente fabulísticas ni tienen una moraleja en particular, sino que son historias folclóricas que nos muestras elementos del folclore japonés, sus creencias y la forma de concebir los fantasmas, por lo que su interés es más bien cultural y folclórico.

-Historias sobre la fundación de templos: hay historias tradicionales que tratan de explicar la fundación de un templo particular. Normalmente se trata de un templo especialmente famoso o situado en un lugar especial. En esta categoría destaca la historia de El templo de Awabi, de la que se hablará después.

-Historias de amor: destaca aquí la historia de El fantasma del Pozo de las Violetas. Aunque el título parece anunciar una historia de fantasmas, lo que principalmente se narra aquí es una trágica historia de amor. La joven noble O-Shinge es salvada por un joven médico de una mordedura de serpiente y queda enamorada de él. Sus padres y sus sirvientas, con las que estaba en el campo cuando es mordida, investigan el origen del joven pero, desgraciadamente, descubren que es de clase baja y no permiten el matrimonio, provocando una terrible enfermedad de amor en O-Singe que termina de forma trágica para ambos.

-Historias de espíritus de los árboles y animales: destaca aquí la historia de El espíritu del sauce una bella pero triste historia de amor en la que un joven llamado Heitaro se casa con el espíritu de un sauce que cuida su familia desde generaciones y al que ama muchísimo. Ambos tienen un hijo y el sauce se considera sagrado, pero un día hacía falta madera para la construcción de un puente y el árbol que los demás ciudadanos habían respetado, ahora lo talaban.. Al talar el árbol el espíritu del sauce desaparece dejando a Heitaro y su hijo solos. Cuando los hombres del pueblo cargan con el sauce no pueden arrastrarlo y solo con la ayuda de Heitaro consiguen moverlo como en una procesión fúnebre. 

El árbol de las camelias de Yosoji. Esta historia transcurre en un momento de terribles plagas para Japón. En ella, seguiremos a Yosoji, un joven cuya madre cae gravemente enferma por estas plagas. Yosoji, después de intentarlo todo, va a un adivino quien le dice que el remedio se encuentra en el agua de un riachuelo que fluye del monte Fuji y donde hay un santuario donde se adora al dios del largo aliento. Era un viaje peligroso pero Yosoji se dirigió al santuario hasta que se encuentra que el camino se divide. Yosoji no sabía por dónde ir. Entonces, aparece una misteriosa mujer vestida de blanco que decide ayudarle a encontrar el arroyo. Durante tres días, la joven misteriosa lleva a Yosoji al arroyo para que todos los enfermos sanen. Yosoji estaba tan agradecido por lo que la dama había hecho por él que quiere saber quién es, pero ella no le contesta cuando le pregunta. Yosoji decide entonces llegar solo hasta el arroyo al siguiente día donde la dama le descubre. Él no debía ir solo hasta el arroyo y al llegar se encuentra que, por ello, se ha secado. Cuando la joven eleva una rama de camelia sobre su cabeza, una nube del monte Fuji la envuelve y se la lleva y Yosoji descubre entonces que se trataba de una diosa, la diosa de Fujiyama. Cuando Yosoji se pone a rezar, la diosa le lanza la rama de camelia y Yosoji la planta en el pueblo. Se dice que el rocío de ese árbol sirve para curar los males de los ojos.

  En esta historia, como vemos, una estructura muy típica del cuento popular tradicional: un héroe que se embarca en una aventura y un viaje para conseguir un objeto mágico, un ser sobrenatural que le ayuda por su bondad a conseguir su propósito, el héroe es un joven bueno que es premiado por el ser sobrenatural, pero que, al mismo tiempo, es castigado por una falta, en este caso, su curiosidad que hace que desobedezca a este ser sobrenatural que había sido beneficioso y que ahora se vuelve adverso ante su falta, pues al desobedecer, el arroyo se seca y el ser sobrenatural vuelve a su forma originaria, esta vez la de una diosa, y desaparece. Pero no todo está perdido, pues el joven sigue siendo de buen corazón y ha salvado a toda su aldea, por lo que la diosa también le recompensa con la rama de un árbol que debe plantar y cura las enfermedades.

En general, podemos ver a lo largo del libro que los árboles son muy queridos, respetados y glorificados en Japón. Suelen presentarse, como hemos visto, como fuente de la vida para los humanos y que están dominados por espíritus beneficiosos para aquellos que los cuidan y respetan.

-Historias sobre el mar: destaca aquí la historia de El templo de Awabi. Esta es la historia de una aldea pequeñísima de pescadores llamada Nanao. Un día, un gran terremoto casi acaba con la aldea pero hace surgir una isa nueva. Se inspeccionó la nueva isla en busca de nuevos peces y moluscos. Los pescadores no se quedaron allí por la amenaza de tormenta, pero descubrieron un extraño resplandor en el fondo del agua. Cuando la tormenta pasó se vio con más claridad el resplandor. Uno de los pescadores, Kansuke, junto a su hijo Matakichi decidieron salir también de pesca, pero al amanecer se levanta otra tormenta y poco antes de llegar a la orilla ambos son engullidos por el mar. Matakichi trata de encontrar a su padre pero, en su lugar, encuentra el origen del resplandor en un gran awabi o abulón que contenía una enorme perla. Matakichi vuelve a la aldea a contar lo que ha visto al sacerdote. Éste le adopta como hijo, pero en la noche el sacerdote se despierta desasosegado y se encuentra con el espíritu del abulón gigante que le cuenta que se comió a Kansuke y se arrepiente y entrega su vida y sus perlas al pueblo. A la mañana siguiente aparece en el templo el cuerpo y la concha del abulón con una enorme perla que fue colocada en el mismo templo. Como vemos, en esta historia se nos habla de la vida del pescador, el peligro del mar y las tormentas con lo impredecibles que pueden llegar a ser, hasta el punto de parecer algo sobrenatural, la idea de retribución de la sociedad japonesa al ver cómo compensa el abulón su error entregando algo de gran valor para los ciudadanos: las perlas con las que se compensa a Matakichi

-Fábulas con moraleja: de este grupo mostraré la historia de El tablero de ajedrez de cerezo donde se nos presenta a Sayemon, un señor feudal daimio conocido por su terrible temperamento en el juego del go, un juego de estrategia parecido al ajedrez, y cuyos vasallos, aunque juegan mucho mejor que él, prefieren dejarse ganar para no morir. Un día, uno de sus guerreros más fieles, Saito Ukon, decide darle una lección tras ser elegido por primera vez para jugar con Sayemon. En esta partida Ukon no se deja ganar y vence limpiamente a Sayemon hasta dos veces. Cuando Sayemon va a golpearle, como a todos aquellos que no se dejan ganar, Ukon detiene su golpe diciéndole que no tiene necesidad pues él ya se ha rajado las entrañas, pero Sayemon se enfurece más al no querer admitir lecciones ajenas y al tratar de golpearle falla y parte el tablero de go. Cuando Sayemon se da cuenta de que su amigo está a punto de morir, rectifica y se arrepiente y decide enterrarle con honor junto al tablero. A partir de ese momento cambió radicalmente de actitud y el espíritu de Ukon le acompañó siempre para guiarle.

Esta historia nos enseña valores como la humildad y la verdadera fidelidad ya que, Ukon no trata de dar una lección a Sayemon como venganza o para atormentarle, es más, el hecho de que se suicide antes de que Sayemon le mate es un acto de tremenda generosidad para conseguir que Sayemon aprenda la lección sin tener que vivir atormentado por un asesinato. Esta es, sin duda, una de las historias más bonitas e impactantes del libro.

Esta reseña ha sido solo un muestreo de historias diferentes que he seleccionado yo como más representativas, o las que, al menos yo, he considerado más representativas, por ello, si alguna de estas historias les llaman la atención, no dudaría en darle una oportunidad a este libro, a ser posible, en la edición que reseño aquí, pues el cuidado de la portada, las imágenes añadidas entre las páginas de los cuentos y el mismo diseño no tienen desperdicio y son muy muy bellas y cuidadas. La letra, además, es muy aceptable en tamaño y hace que el libro sea más fácil de leer.

Esta recopilación es, además, ideal para los amantes del folclore japonés que desean acercarse a él a través de muy diversos aspectos de la vida y la filosofía japonesa. Además, al tratarse de cuentos tradicionales son breves y de lectura sencilla y ligera, de modo que, incluso si eres una persona que no suele tener mucho tiempo para la lectura, puedes disfrutarlo igualmente.

Les deseo un gran fin de semana de lecturas. Nos vemos (leemos) pronto.