Lestat es un joven noble nacido en la Francia del s. XVIII poco antes de que comenzaran las revoluciones burguesas. Sin embargo, a Lestat no le interesa vivir como un noble, sino que quiere ser actor, lo que precipita su huida de casa junto a su amigo Nicolas, hijo de un burgués bien posicionado pero cuyos intereses son el violín y la música. Ambos deciden huir juntos hacia París para buscar su suerte como artistas y todo comienza a ir más o menos bien en una pequeña compañía teatral cuando Lestat es secuestrado y convertido en un vampiro.
Recomiendo muy encarecidamente este libro, es una joya. Si conocéis Entrevista con el vampiro, el libro de Lestat no os va a decepcionar pues va muy en la misma línea. Si bien es cierto que el personaje de Lestat en Entrevista nos puede causar a veces cierto rechazo por la forma que tiene de vivir su naturaleza vampírica, en este libro vamos a entender verdaderamente su carácter y todo lo que le empuja a convertirse en lo que se convierte; si, por otra parte aún no habéis leído Entrevista, recomiendo leerla antes que Lestat porque a nivel narrativo se va a entender mejor (sobre todo hacia el final). Dicho esto, ¿qué nos vamos a encontrar en esta novela?
Temas:
Liberalismo Vs "filosofía medieval". Lestat es un personaje muy interesante aquí pues, si bien en Entrevista tenemos una imagen bastante estática de él, aquí somos más capaces de entrever su humanidad y comprender de forma más profunda su personalidad y forma de ver su naturaleza pues, a diferencia de Louis en Entrevista, Lestat asume de forma bastante temprana su nueva naturaleza vampírica y que debe alimentarse de los humanos sin que esto le convierta necesariamente en un monstruo sanguinario, de hecho, es un personaje muy reflexivo que, como veremos más adelante, se hará preguntas sobre lo que es, qué puede hacer y qué no, y sobre cómo evitar o sortear su naturaleza monstruosa y mantenerse lo más humano posible, porque, a pesar de esa monstruosidad sigue amando, ama a Nicolas, a los humanos a los que tiene que desangrar, los ama y sufre a pesar de aceptar su realidad.
Lestat, como he comentado antes, se va a hacer preguntas sobre su naturaleza y sus acciones le van a llevar a conocer a Armand. Armand también es un personaje relevante en Entrevista con el vampiro y aquí vamos también a profundizar un poco en su personalidad y a descubrir cómo, a pesar de chocar frontalmente con Lestat en su forma de estar en el mundo, ambos llegan incluso a mantener un respeto mutuo. Y es que Armand, es muy cercano a una filosofía que nos puede recordar a la versión vampírica de la filosofía eclesiástica medieval (de forma muy resumida y simplificada) pues él se mueve en el mundo de los aquelarres de vampiros prefiriendo alejarse del mundo humano amparándose en una serie de tradiciones, creencias y tabúes que nos pueden recordar a la percepción moderna que se tiene de la edad media europea: una sociedad oscura, cerrada, supersticiosa, etc.; en contraposición con Lestat, que se muestra como un hijo de la Ilustración, el racionalismo e incluso roza el liberalismo romántico, contradiciendo las razones del aquelarre asumiéndolas como ilógicas ¿qué sentido tiene alejarse de los humanos y el mundo humano? ¿no es así, a fin de cuentas como mejor puede cazarse? ¿Moviéndote entre ellos vistiendo como ellos viviendo como ellos? Pero Armand le advierte sobre un peligro que empaña esa lógica: moverte entre los humanos, asumirte a ellos solo provoca que los termines amando y la pena por matarlos te haga preferir morir. Esta es una de las grandes dicotomías filosóficas de la novela, la oposición entre estos dos personajes que refleja, a su vez, la oposición entre estas dos filosofías.
El segundo tema que atraviesa la novela es el concepto del "jardín salvaje". En la filosofía ilustrada para marcar la diferencia entre la barbarie y la civilización (que por supuesto se encarnaba en Europa) se hacía un símil entre "la selva" y "el jardín" ambos se forman con seres naturales como las plantas o los insectos pero, mientras la selva es caótica, salvaje, indómita e impredecible (casi irracional), el jardín, por su parte, es una naturaleza ordenada, limpia, controlada. En el jardín elegimos qué se planta, cómo crece, cómo se poda, se acomoda, se domina a la naturaleza. Bien, aquí, la naturaleza del vampiro se liga continuamente al concepto de "jardín salvaje" es decir, el vampiro es un ser que puede ser "civilizado" moverse en sociedad, con la sociedad, sin perder su parte salvaje, animal que bebe sangre humana y vive de noche. Según este concepto, el bien y el mal no existen como tal, no hay un mal en el vampirismo ni tampoco un bien, es una forma más de la naturaleza, de existencia y es una idea que me ha encantado en la novela. Lestat es precisamente el gran representante de este concepto en su lucha contra la renuncia al mundo humano. Esta idea del jardín se mezcla, además, en la novela con ciertas ideas de lo estético, es decir todo en el mundo se mueve por razones estéticas, y hay belleza y estética en la propia naturaleza vampírica y en esa naturaleza que se mueve entre lo civilizado y lo salvaje.
El tercer tema es de los más interesantes del libro: el amor que tiene Lestat a los humanos. Como he mencionado antes, Lestat, a pesar de su naturaleza, ama a los humanos y esto se le reprocha desde algunos círculos vampíricos como el de Armand, porque amar a los humanos puede provocar la extinción de la especie. Armand entiende que si amas a los humanos acabarás por compadecerte de su muerte hasta preferir no alimentarte de ellos y morir. Sin embargo, Lestat no lo ve así, Lestat sí ve una convivencia entre ambas formas de pensar y esto nos lanza la pregunta: ¿se puede amar a algo de lo que te alimentas y a lo que debes provocar la muerte? ¿si nos alimentamos de patos podemos decir que amamos los patos? La verdad es que me parece este un planteamiento muy interesante pues es algo que, sobre todo cuando había matanzas de animales de granja, se vivía en muchas familias y aún hoy puede dar que pensar.
Un cuarto tema bastante recurrente en el libro es el de la soledad. Si bien Lestat no es el único vampiro que existe y podemos contar con aquelarres como el de Armand, en un momento dado, Marius nos advierte que el vampiro es un ser solitario y tiende a ser muy individualista, por lo que los aquelarres como el de Armand realmente son una excepción, y esta soledad también atraviesa la obra pues, si bien parece que la naturaleza del vampiro es solitaria, Lestat sí siente la necesidad de compañía o, al menos sí siente esa soledad con el paso de los siglos. Y es que la inmortalidad puede terminar haciéndose muy solitaria cuando pasa el tiempo y te rodeas de humanos mortales a los que vas a ver morir una y otra vez, pero también cuando sientes que los demás inmortales de tu entorno no comparten tus valores ni tu forma de vivir. Lestat se siente solo si se aleja de los mortales porque toda su vida mortal se ha enfocado en rodearse de ellos, sobre todo como actor, y esta puede que sea la razón por la que, a diferencia de otros vampiros que prefieren seguir siendo "leyendas" y "cuentos" para los humanos, Lestat prefiere mostrarse ante ellos, porque no quiere vivir ocultándose de la humanidad y perderla y aquí se me permitirá una digresión que puede hacer entender esto mejor:
La antropología hace tiempo que ha demostrado que los humanos somos seres sociales, gregarios, dependemos unos de otros, nos necesitamos tanto material como emocionalmente, y Lestat nace humano y aunque asume rápidamente que debe alimentarse de otros humanos, no se desprende de su humanidad a diferencia de los otros vampiros, incluido Marius, que sí que habitan solos y esto es lo que le hace sufrir, como hemos visto, por tener que alimentarse de ellos o tener que ocultarse.
Un quinto tema que me ha llamado la atención es el uso del lenguaje dentro de la comunidad de los vampiros. La mayor parte de las ocasiones, los vampiros se comunican mentalmente con una especie de "telepatía" que suele consistir más en un intercambio de imágenes mentales que el uso de pensamiento verbal. A través del envío de imágenes de sus recuerdos o sus pensamientos los vampiros expresan sus emociones, deseos, etc. Es un método que Lestat realmente no utiliza demasiado, lo cual puede ser otra de las razones por las que no termina nunca de sacudirse su humanidad, pues el lenguaje es una de las cosas que nos hacen humanos, de hecho, Marius también prefiere usar el lenguaje verbal y tampoco se mueve "como una sombra" como hacen otros vampiros, sino que camina como un humano, lo que hace que, como veremos Lestat empatice mejor con Marius que con Armand.
Sexto: La inmortalidad. Distinguimos aquí dos formas en que se presenta la inmortalidad: como condición de sufrimiento perpetuo. En esta novela los vampiros pueden continuar viviendo incluso en condiciones en las que el cuerpo, claramente no debería vivir. El cuerpo del vampiro puede quedar destrozado, como ocurre con un viejo vampiro que, por circunstancias que hay que leer para entender, queda en un estado físico lamentable, prácticamente aplastado con el cuerpo destruido, pero no puede morir, sino que queda para siempre en ese estado y tampoco puede repararse su cuerpo quedando en permanente estado de dolor. Con este suceso Lestat se cuestiona sobre el verdadero peso que tiene su inmortalidad si tuviera alguna vez que vivir eternamente en un dolor continuo, y esta duda nos la traslada también como lectores.
Inmortalidad como oportunidad para aprender del mundo. Es habitual en nuestra tradición denostar la inmortalidad por ser una condición que, tarde o temprano, te hace cansarte de la vida. Hay innumerables obras de ficción que se refieren a la inmortalidad como un castigo que conlleva una pérdida continua de seres queridos, un cansancio de la propia vida que termina por dejar de ser interesante porque eres capaz de vivirlo todo, tienes el tiempo del mundo y ya has leído todo lo legible, visto cada rincón del planeta, etc. y la vida inmortal se acaba haciendo vacía. Este modo de ver la inmortalidad es ya prácticamente un tropo más en nuestra cultura, sin embargo, a través de Marius, tenemos una visión nueva de la condición de inmortal, y es que Marius, a pesar de haber vivido desde el alto imperio romano hasta el siglo XVIII, dice que no se cansa de vivir, es más, siente curiosidad por lo que vendrá del futuro, hacia dónde irá la sociedad, en qué nos convertiremos como grupos humanos, un giro que, desde mi punto de vista me hace preguntarme si la inmortalidad, a pesar del dolor, las pérdidas, etc. puede acabar mereciendo la pena.
Hasta aquí los que he considerado grandes temas del libro, ahora hablaré más en profundidad de los personajes:
Si bien los personajes que ha creado Ann Rice no son estereotipos, sino personajes bien redondos con su propia historia, sí me ha parecido que cada uno parece moverse por la filosofía predominante de su tiempo:
Marius, un romano del imperio, parece ser un personaje en ocasiones sacado de una tragedia de la antigüedad, pero mezclado con cierto estoicismo, es alguien que acepta el mundo tal y como es y pretende vivir en paz tanto consigo mismo como con la protección del mundo de los vampiros.
Armand parece relacionarse de forma muy estrecha con la filosofía eclesiástica medieval por su forma de organización en un aquelarre cuyos miembros parecen más devotos de un líder espiritual con una serie de mandamientos fijos en relación a su forma de vivir y relacionarse con el resto de criaturas del mundo (no es una clasificación muy exacta, pues todos sabemos que la filosofía medieval fue muy diversa, pero aludo en este caso a algo muy general relacionado con la percepción esquemática de esta filosofía).
Lestat, por su parte, es un claro hijo de la Ilustración, razón por la cual es posible que se muestre con más roces hacia Armand y, a su vez, se sienta mucho más cercano a Marius, pues una de las cosas que reprocha a Armand es que no le permita tener la libertad de vivir cerca de los humanos o tener su propia individualidad. Armand le propone en varias ocasiones que se una a su aquelarre y a sus normas, pero Lestat siempre le rechaza precisamente porque no quiere renunciar a esa libertad individual tan característica del liberalismos dieciochesco y que tanto se distancia de la mentalidad de grupo, de estamento de la edad media a la que Armand parece más cercano.
Nicolas es un personaje que, desde el inicio, parece darnos indicios de un acercamiento entre el pesimismo romántico y el nihilismo, ya que a menudo tiene una actitud más bien pesimista hacia la vida y sus propias metas. Si bien adora su violín, es incapaz de creer en que pueda tener éxito en su vida, sino que todo cuanto haga estará abocado al fracaso y a la caída y, como ocurría en las mentes de algunos de los románticos más radicales, esas ideas que acaban convirtiendo un poco en una profecía autocumplida.
Gabrielle pasa un poco por un personaje secundario, pero me llama mucho la atención cómo su transformación en vampiro llegó a liberarla tanto física como psicológicamente. A Gabrielle la conocemos muy enferma, casi al borde de la muerte y es la única persona que ha apoyado a Lestat y le ha cuidado verdaderamente en su infancia, por lo que ambos tienen un gran vínculo. Lestat la convierte precisamente para evitarle el sufrimiento y la inminente muerte que trae la enfermedad y, una vez convertida, Gabrielle solo desea liberarse. Como mujer noble francesa del siglo XVIII, Gabrielle ha tenido una vida bastante vacía. Lestat dice que siempre la ve leyendo, pero es que no puede hacer otra cosa con su vida. Convertirse en un vampiro y tener que vivir al margen de la sociedad supone para ella una liberación, como soplar las velas de los dieciocho años, por lo que ahora desea hacer todo aquello de lo que se le privó desde su juventud. Es muy interesante porque una vez convertida casi se convierte más en una amiga para Lestat más que una madre, de hecho, en un momento dado ella misma se niega como madre de Lestat, no porque no le ame, sino porque dejan de tener esa relación, son más confidentes de su experiencia como vampiros "jóvenes" que una relación de madre-hijo y esto puede que explique que se acaben separando definitivamente.
Esto es solo un resumen general, una guía que lo que mueve a cada personaje en sus decisiones, pero, como he mencionado, estos personajes no son planos y pueden en algunos momentos "no encajar" en estas filosofías, sin embargo, he querido hacer esta clasificación (que, por cierto, es subjetiva) para guiar un poco en los razonamientos de cada personaje y cómo toman sus decisiones.
Como conclusión, definitivamente creo que es un libro que merece mucho la pena. Está lleno de información y de sensibilidad, los personajes son redondos, emotivos y es fácil empatizar con ellos a pesar de no ser humanos y llevar a cabo actos que nos podrían parecer terribles en un primer momento, pero creo que la magia que hace Ann Rice está justo en esto, es capaz de hacer unos personajes tan carismáticos y llenos de experiencias, emociones y pensamientos que es muy fácil pasar a segundo plano el hecho de que se alimenten de sangre humana. Las escenas de cacería y succión de sangre pasan desapercibidas casi como una acción cotidiana para poder hacernos llegar los temas y las acciones que verdaderamente importan. Si tuviera que poner alguna pega es no haber continuado la historia de Gabrielle desde el momento en que se separa de Lestat, hubiera sido muy interesante conocer lo que ella ve y aprende por su cuenta en sus viajes.
Como siempre, gracias por leer, por estar ahí. Feliz domingo de lecturas.
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