Anna
Karenina es
otra de las grandes novelas realistas clasificadas temáticamente
como "novela de adulterio", a veces también es llamada "la
madame Bovary rusa", sin embargo, no nos engañemos, la historia
de Anna es realmente diferente a la de Emma.
La
novela de Tólstoi nos muestra un amplio panorama del mundo
sentimental y la institución matrimonial dentro de la nobleza rusa
del siglo XIX. Aunque Anna es la indudable protagonista de la
historia, a diferencia de lo que hace Flaubert, Tólstoi nos muestra
un abanico de diferentes situaciones matrimoniales en la novela, de
las que yo destacaré tres, de las cuales, solo una es feliz: por un
lado tenemos el matrimonio de Daria Alejandrovna con Oblonsky, primer
matrimonio que aparece en la novela y que comienza precisamente con
un episodio de adulterio por parte de éste último hacia su mujer,
lo que llevará una serie de desdichas, que si bien terminan por
resolverse de forma, más o menos satisfactoria, ya que Daria perdona
a su marido por mediación precisamente de Anna, nos producen ya
cierto adelanto, cierta premonición del futuro; por otro lado
tenemos el matrimonio de Anna con Karenin que ahora veremos en
detalle; y por último, el matrimonio de Catalina Alejandrovna
"Kitty" con Levin, único matrimonio feliz, por lo que
veremos más tarde.
Tanto
en el caso de Daria "Dolly" como en el de Anna se trata de
matrimonios infelices faltos de amor. Oblonsky aunque "respeta"
a su mujer, es evidente en su comportamiento que no la ama, viven
vidas prácticamente separadas, en espacios completamente diferentes:
Daria se dedica a la organización del hogar, organizar el trabajo de
los criados y los hijos, mientras Oblonsky es un político con sus
sesiones de asamblea y su vida laboral exterior a la casa y en ningún
momento comparten nada, ni siquiera los hijos.
El
caso de Anna es más llamativo y se ve con más detalle el problema
de la vida familiar de la alta sociedad rusa. Desde el primer momento
vemos que Anna no quiere a Karenin, nunca le ha querido, y aunque no
conocemos los detalles sobre cómo pudieron terminar con una vida en
común cuando no se muestran ningún tipo de cariño el uno al otro,
se puede de algún modo adivinar precisamente por la historia de
Levin y Kitty, a la que ahora iremos a ver. Karenin, por su parte
tampoco ama a Anna, la quiere en tanto que es su semejante, su
hermana. Hay que destacar aquí el carácter profundamente cristiano
que tiene Karenin, bajo su punto de vista (esto no se muestra de
forma explícita, pero se infiere de las reflexiones que él hace al
respecto de la infidelidad de su esposa) Anna es una hermana a la que
hay que salvar, no la ama como a una esposa, de hecho, ni siquiera
muestra celos o rabia de ningún tipo cuando se entera de la
infidelidad de su mujer, sino que su primera preocupación es
mantener su reputación, y con ella su credibilidad y su
status
en
su trabajo. Karenin entonces, bajo esta perspectiva, puede
presentarse a nuestros ojos como un simple hombre práctico que se
casó porque había que casarse, tuvo un hijo porque había que
tenerlo, se afecta por la infidelidad de su mujer, porque esto le
trastoca su mundo de comodidad en el que se ha establecido, Anna
llega incluso en una ocasión a pensar de él que es un autómata, y
efectivamente, salvo por pequeñísimos momentos que muestra cierta
debilidad emocional por esta situación, la mayor parte del tiempo
así se comporta como tal, no hay más que ver la escena en la que
intenta educar a su hijo y darle clases una vez Anna abandona la
casa, estad especialmente atentos a este pasaje para ver por qué
Anna le acusa de autómata, sin embargo, como digo, no debemos caer
en el "maniqueísmo" y pensar que Karenin es efectivamente
una máquina sin sentimientos, no lo es, solo finge, o trata de serlo
porque no se permite a sí mismo "caer" en las "debilidades
humanas" para mantener el orden equilibrado de su vida.
Anna,
por su parte, como ya anunciaba al principio, no es como Emma, ya
señalé en su día cierto carácter infantil que presenta Emma y que
es lo que le lleva realmente a su infelicidad en el matrimonio, Anna
no es así, Anna vive atrapada en un matrimonio, en una convivencia
con una persona a la que nunca quiso, con la que nunca quiso estar,
no se había permitido a sí misma experimentar el amor, y mucho
menos sabía lo que era estar con una persona que la amara y a la que
ella amara, hasta que conoce a Vronsky. La relación entre ambos se
nos presenta como algo que sucede poco a poco, pero a buen ritmo, es
decir, tenemos diferentes escenas con encuentros casuales, pero sin
darnos casi cuenta ambos ya se manifiestan su amor y comienzan su
relación. Ambos son felices juntos y ambos se aman y desean estar
juntos, solo una cosa rompe esta felicidad: la tremenda dificultad de
regular su situación y que Anna pueda conseguir el divorcio. A
través de esta circunstancia se nos muestran los mecanismos de esta
sociedad a la hora de proceder en los trámites de la separación del
matrimonio, y nos damos cuenta entonces de lo absolutamente difícil
que es conseguir un divorcio, no únicamente por los trámites
administrativos, sino por una cuestión profundamente social que es
el clásico "qué dirán" salvo porque esta circunstancia
no se reduce a rumores y habladurías entre la aburrida aristocracia
rusa que no tiene nada mejor que hacer, sino que es mucho más: una
sospecha de inestabilidad dentro de la familia puede provocar la
falta de credibilidad, entre otras cosas. Esto es lo que le ocurre un
poco a Karenin cuando se da cuenta de que todo el mundo conoce la
situación de Anna y Vronsky, se da cuenta también de que cada vez
sus compañeros se toman menos en serio sus reformas para el campo
ruso, reformas que le cuesta sacar adelante por esta falta de
credibilidad que le da sus problemas con su mujer. Esto produce un
estado de absoluta opresión para Anna, una opresión que Tólstoi es
capaz con sus palabras de trasladarnos a los lectores. Podemos sentir
en cada momento cómo conforme pasa el tiempo, Anna es incapaz de
alcanzar la felicidad ni aún pudiendo estar con el hombre al que ama
porque ha sido completamente apartada de sus amigos y de toda su vida
social, y también de su hijo. Anna entonces vive una atmósfera
asfixiante durante toda la novela, más cuando al final su vida se ha
convertido en una ratonera, un callejón sin salida: por un lado,
volver a su vida anterior con Karenin y renunciar a Vronsky la
hará infeliz al estar con una persona a la que no ama, por otro,
abandonar a Karenin implicaría el alejamiento de su hijo y de sus
amigos, de la que sería también su familia (pues nos daremos cuenta
de que todos los personajes en realidad forman parte de una gran
familia de hermanos, cuñados, primos... realmente compleja) al
final, jamás alcanzará la felicidad y esta situación se reflejará
en su relación con Vronsky, que veremos cómo queda absolutamente
ajeno a esta marginación social, aunque todos saben que es el amante
de Anna, lo que resulta como poco, llamativo, mientras ella
prácticamente termina por vivir el exilio, a pesar de los viajes al
extranjero que realizan juntos, que produce en ella una mayor
comodidad y tranquilidad, estos viajes siempre tienen billete
de vuelta para Rusia, donde ya no tiene amigos ni familia y
prácticamente vive en el exilio social, salvo por casos muy muy
concretos de familia muy cercana, pero para ella no es suficiente y
su situación social ambigua porque no termina de divorciarse, pero
tampoco puede volver a su casa, termina por crear la asfixia.
Por
tanto, la decisión final de Anna de acabar con su vida, a diferencia
de Emma, es una cuestión de presión social, me explico, como vemos,
Anna termina por no tener vida, busca su felicidad para encontrarse
con una infelicidad mayor de la que tenía por cuestiones que hoy
veríamos tan triviales como un divorcio, ¡qué fácil y qué
diferente hubiera sido todo si hubiera podido conseguir el divorcio
en unos términos justos!, sin embargo, esto no era posible: el
divorcio le quitaba derecho a todo, dañaba su imagen ante su círculo
y no le permitía paz. Finalmente está tan atrapada que solo hay una
forma de salir.
Finalmente
tenemos el matrimonio de Catalina (Kitty) y Levin. Esta va a ser la
única pareja feliz de toda la obra, y es la pareja que nos muestra
la pista de qué hacía Anna conviviendo con alguien a quien no
quería, y es que Catalina y Levin estaban enamorados y esto a la
madre de Kitty, pues no es que le pareciera mal, pero Levin es un
hombre de campo que no maneja una posición social tan grande como
Vronsky, el candidato que la madre de Kitty consideraba idóneo para
su hija. En esta historia vemos cómo Kitty debe tomar una decisión
que, a priori, es suya, pero que se hace tremendamente difícil
debido a la presión que ejerce su familia (en particular su madre)
porque piense en su posición social y elija a Vronsky. No sabemos si
esto es lo que ocurrió con Anna en el momento en que se casa con
Karenin, pero dado cómo se nos presenta esta historia, parece que es
algo habitual que los padres (y particularmente las madres) terminen
por meter la mano dentro del matrimonio de sus hijos. Como vemos no
se trata de matrimonios forzados y concertados desde el mismo
nacimiento de los hijos de forma inamovible, pero sí de forma muy
sutil, parece que se encamina a los jóvenes a tratar de seguir los
consejos que sus queridas madres les dan respecto a su futuro
matrimonial, no sin cierto chantaje emocional, al que finalmente,
Kitty se resiste, y por esto, es el único matrimonio feliz de la
obra. No obstante, Kitty y Levin van a tener problemas durante su
noviazgo y su matrimonio, pero no nos engañemos, no se trata de la
absoluta infelicidad que trae consigo el matrimonio sin amor de Anna
o Daria, todos los matrimonios pasan por dificultades, pero se nota
al leer el libro qué es qué y cuál es cuál, y lo vemos
precisamente al caso de estos dos últimos, que terminan de forma
feliz, a pesar de las dificultades que puedan tener.
Un
último apunte me gustaría dar sobre un tema completamente distinto
al principal de la novela, pero que no deja tener su importancia, y
que también está relacionada con Levin: Sabed que Levin, aunque es
noble, como he mencionado antes, es noble de campo, ¿qué es esto de
noble de campo? Levin es un terrateniente, pero que en lugar de vivir
en la capital dejando que sus asuntos económicos lo lleven otros
para él solo ver los resultados en sus rentas, vive en el campo,
vive cerca de sus campesinos, e incluso en la novela se nos muestra
cómo en muchas ocasiones incluso trabaja con ellos como uno más,
les trata con gran familiaridad, casi como si fuera uno más entre
ellos. Esta circunstancia nos puede resultar algo llamativa
tratándose de un noble, incluso nos empuja a mostrar cierta simpatía
hacia este personaje (a mí me pasó) hasta que ves cómo muestra
cierta condescendencia hacia sus trabajadores. Hay un momento en la
novela en la que Levin, se queja de que sus campesinos se empeñan en
utilizar maquinarias anticuadas para el arado y la cosecha de los
campos y desprecian las nuevas que Levin compra, además de que
si no las rechazan de forma absoluta, su completa ignorancia termina
por romperlas. Estos comentarios, personalmente me parecieron que
tenían un enorme filón clasista que, en absoluto atribuyo a quien
esta novela escribió, pero que sí tiene este personaje. Levin es un
personaje que, a simple vista (y es que seguramente es porque es así)
nos muestra una sencillez en su forma de vivir y trabajar que nos
parecería por un momento que es un trabajador más, pero cuando se
queja de la forma de trabajar de sus campesinos, que no son capaces
de adoptar técnicas nuevas que les harían el trabajo más
agradable, no saben usar las máquinas y las rompen o terminan por
simplemente ignorarlas, nos hace preguntarnos si tal vez no existe un
amplio clasismo por parte de Levin al hacer estas reflexiones, ya que
se queja de la ignorancia de sus campesinos, pero tampoco hace nada
por remediarla enseñándoles las nuevas técnicas que él tan bien
conoce y sabe manejar. Por supuesto esto es solo una reflexión más
personal, si algún día leéis la novela y al llegar a este pasaje
tenéis impresiones distintas es absolutamente normal y legítimo.
Respecto
a o que es la novela en general, personalmente, a pesar de lo larga
que es (nada menos que 1088 páginas) se me hizo mucho más ligera
que Madame
Bovary, y
es que las descripciones y la narración son inmensamente más
ligeras que la novela francesa, sin embargo, no deja de ser una
novela muy larga y para nada se lee de tirón. Sean pacientes, porque
esta paciencia merece mucho la pena, ya que Tólstoi es único para
conseguir crear la atmósfera de asfixia y de opresión que
caracteriza la historia de Anna, vais a poder sentir cada problema,
cada desencanto, cada momento de angustia y desesperación, casi se
puede olvidar que, afortunadamente, este terrible problema ya no
forma parte de nuestra sociedad, porque vais a vivirlo todo. Por este
motivo merece la pena cada página, cada palabra, ya que puede que
1088 páginas parezcan muchas, pero no sobra ni una coma, todo es
relevante, todo es importante y contribuye a esta atmósfera tan
cargada y pesada que tiene la historia de Anna, y todo contribuye a
hacernos verdaderamente sentir esta trágica y terrible historia.
Anna
Karenina
es
de esos clásicos que merecen su puesto en la historia de la
literatura y no podéis morir sin haberla leído. A mí me ha costado
comenzar a interesarme por ella y por el realismo en general, pero
tampoco hay prisa, a cada uno le llama cuando le llama, por lo que es
muy importante que la leáis cuando os sintáis atraídos por ella y
no antes, porque entonces sí será un suplicio. Sí espero que al
menos esta reseña os permita dar el primer paso hacia esta OBRA con
mayúsculas.
Como
siempre, para terminar, agradezco mil veces la paciencia que dedicáis
a leer las reseñas, soy consciente de lo terriblemente coñazo que
soy (por qué no decirlo con todas las letras) pero no puedo
remediarlo, obviamente agradezco también si hay alguien a quien les
guste aunque sea mínimamente, después de todo, esto es para
animaros a vosotros a leer libros que quizás no conocíais, libros
que quizás conocíais pero a los que tenéis miedo por su volumen o
su pesadez, o simplemente para animaros a dar nuevos puntos de vista
al mío, si ya habéis leído la obra, en resumen la finalidad es
compartir y siempre me encantará veros ahí compartiendo.
MUY
FELIZ DOMINGO DE LECTURAS.