sábado, 19 de febrero de 2022

RESEÑA DE "LA CHICA DEL TREN" PAULA HAWKINS

 ¿Quién a estas alturas no habrá al menos oído hablar de Paula Hawkins y su "chica del tren"? Esta novela dio mucho de qué hablar y qué leer desde que se publicara allá por 2015. Por ese entonces yo andaba en otras cosas, y no fue hasta hace un par de años que no me llamó la atención en un momento en que necesitaba abrirme a otros géneros, y le tocó al thriller. Ya antes había leído género policíaco, había leído algún que otra novela de Agatha Christie de la (enorme) colección de mi madre, pero nunca había terminado de engancharme (algún día debería volver a ella aunque sea porque se la debo). Decidí entonces darle una oportunidad a algo un poco más  moderno, por ver un poco qué se había hecho del género, cómo se escribía ahora, y (lo admito)  ya por entonces me había convertido en una especie de gata curiosa en lo que a literatura se refería y me había prometido que se acababan los prejuicios y las reservas, mi lema se convirtió en "si te llama, aunque sea mínimamente, te lo llevas" y es que después de leer la sinopsis no podía quedarme sin saber de qué iba eso. Y por fin, después de unos años de lecturas atrasadas, le tocó el turno, y lo he disfrutado muchísimo. 

No tiene un lenguaje especialmente cuidado o elevado (no es lírica ¿vale?), no es como las novelas que leía de Christie, la historia ni siquiera se centra en la investigación del misterio, no es La carta robada...Paula Hawkins decide en este sentido sorprendernos y cambiar un poco el curso de lo que era la novela negra de investigación mostrándonos la perspectiva de los afectados, cómo viven ellos el misterio, cómo les afecta, pero dar más detalles sería desvelar el misterio. Solo decir que vamos a tener una novela coral en la que los diferentes personajes hablarán en primera persona de sus impresiones, de lo que saben, lo que creen saber, y ¿por qué no? sus propias mentiras y prejuicios, hasta el punto en que un mismo hecho nos parecerá dos distintos, pues cada versión, cada punto de vista,  nos dirá algo absolutamente nuevo y todo se irá construyendo a modo de un rompecabezas en el que pasarás mucho tiempo perdido, pero sin poder dejar de querer saber, necesitarás más detalles.

De este modo, la historia puede resultar al principio algo confusa, pues no sabes quién es quién ni qué  relación tiene un personaje con el anterior, además de que el orden de los hechos, escritos a modo de diario, no es necesariamente cronológico, y debemos estar muy atentos a las fechas en las que se cuenta cada capítulo, pues nos iremos dando cuenta de que puede que haya más de un tiempo en el libro (y no debo decir más), pero sí advertir que hay que estar muy atento a las fechas.

Al ser una novela coral, contada en primera persona por diferentes personajes será extraordinariamente fácil empatizar con cada uno de ellos, más cuando se trata de personajes absolutamente reales: son personajes que podrían ser cualquiera: ustedes, un amigo, o incluso yo misma. Pero eso hace a su vez que sea absolutamente difícil saber la verdad ya que, en cada capítulo ocurrirá algo que lo cambie absolutamente todo (más conforme nos acercamos al final) y toda teoría que te hayas montado se deshará. Da igual cuántas novelas o series o películas del género hayas consumido, no te la ves venir, por esto debo decir que una de las cualidades más destacables del libro es la maestría con la que se dosifica la información, de modo que siempre te dejará con las ganas de saber, y no, no sabes por dónde va a venir el golpe. Todo el tiempo se nos irá dando información de los personajes y su entorno, de modo que el libro se compone de un gran rompecabezas cuyo dibujo desconoces y conforme juntas las diminutas piezas verás que hay muchas que no encajan, os volveréis locos buscando las piezas porque nunca encajará la que creéis que encaja, y en cuanto consigues que todo encaje aún deberás alejarte mucho mucho del resultado para verlo en todo su esplendor. 

Definitivamente animo mucho a cualquiera a leer el libro pero, como me gusta advertir, es cierto que hay bastante violencia, y puede que den mucha impresión algunas escenas, pero va a merecer la pena. 

NO ES UN LIBRO DE TERROR, lo advierto de este modo, pero si sois algo sensibles algunos elementos os causarán impresión. Yo admito que personalmente soy muy sensible. A mí me afecta todo, pero aún siendo consciente de esto, puedo decir que disfruté mucho la novela. Me costó volver a coger otro libro después de éste porque no podía quitarme la historia de la cabeza (aún ahora recordarla me da escalofríos).No es que me diera pesadillas ni nada, no se trata de eso, pero es una historia que cala muy profundamente, más cuando ves personajes tan humanos que podrían ser cualquiera, y a los que les pasan cosas terribles que pueden pasar a cualquiera. Ni siquiera el misterio que hay de por medio es algo extraordinario, pues es algo que ocurre todos los días, la atmósfera general en la que se respira toda la novela es lo más parecido a lo siniestro en lo cotidiano: Todo es absolutamente cotidiano, los días a veces parecen los mismos y si no es porque se lleva en forma de diario, no te darías cuenta del paso del tiempo de la novela, pero todo el tiempo, desde el principio ,solo tienes la sensación de de que algo no está bien, algo desentona, y no puedes ver qué es y esta sensación cada vez va a más. 

Este es el otro punto fuerte de esta novela: desde el principio aunque "aún no haya pasado nada" tienes la sensación de que hay cosas fuera de sitio, que no encajan, que no están bien, y psicológicamente te precipitas hacia la novela, donde vas sintiendo cada vez más el efecto de lo siniestro.

En definitiva, y ya para acabar, si queréis algo entretenido, que os enganche y no os deje soltar el libro, y que al mismo tiempo os transmita gran emoción (y conmoción) La chica del tren es vuestra novela. Yo, sinceramente me he quedado con ganas de más de esta autora, y no dudéis que volverá a aparecer por aquí.

Me despido, como siempre, agradeciendo el tiempo que dedicáis a este espacio, cualquier comentario será, como siempre, bienvenido. ¡Buen fin de semana de lecturitas!


domingo, 13 de febrero de 2022

RESEÑA DE "ANNA KARENINA" DE LEÓN TÓLSTOI

 Anna Karenina es otra de las grandes novelas relistas calificadas temáticamente como "novela de adulterio", a veces también es llamada "la madame Bovary rusa", sin embargo, no nos engañemos, la historia de Anna es realmente diferente a la de Emma.

La novela de Tólstoi nos muestra un amplio panorama de el mundo sentimental y la institución matrimonial dentro de la nobleza rusa del siglo XIX. Aunque Anna es la indudable protagonista de la historia, a diferencia de lo que hace Flaubert, Tólstoi nos muestra un abanico de diferentes situaciones matrimoniales en la novela, de las que yo destacaré tres, de as cuales, solo una es feliz: por un lado tenemos el matrimonio de Daria Alejandrovna con Oblonsky, primer matrimonio que aparece en la novela y que comienza precisamente con un episodio de adulterio por parte de éste último hacia su mujer, lo que llevará una serie de desdichas, que si bien terminan por resolverse de forma, más o menos satisfactoria, ya que Daria perdona a su marido por mediación precisamente de Anna, nos producen ya cierto adelanto, cierta premonición del futuro; por otro lado tenemos el matrimonio de Anna con Karenin que ahora veremos en detalle; y por último, el matrimonio de Catalina Alejandrovna "Kitty" con Levin, único matrimonio feliz, por lo que veremos más tarde.

Tanto en el caso de Daria "Dolly" como en el de Anna se trata de matrimonios infelices faltos de amor. Oblonsky aunque "respeta" a su mujer, es evidente en su comportamiento que no la ama, viven vidas prácticamente separadas, en espacios completamente diferentes: Daria se dedica a la organización del hogar, organizar el trabajo de los criados y los hijos, mientras Oblonsky es un político con sus sesiones de asamblea y su vida laboral exterior a la casa y en ningún momento comparten nada, ni siquiera los hijos.

El caso de Anna es más llamativo y se ve con más detalle el problema de la vida familiar de la alta sociedad rusa. Desde el primer momento vemos que Anna no quiere a Karenin, nunca le ha querido, y aunque no conocemos los detalles sobre cómo pudieron terminar con una vida en común cuando no se muestran ningún tipo de cariño el uno al otro, se puede de algún modo adivinar precisamente por la historia de Levin y Kitty, a la que ahora iremos a ver. Karenin, por su parte tampoco ama a Anna, la quiere en tanto que es su semejante, su hermana. Hay que destacar aquí el carácter profundamente cristiano que tiene Karenin, bajo su punto de vista (esto no se muestra de forma explícita, pero se infiere de las reflexiones que él hace al respecto de la infidelidad de su esposa) Anna es una hermana a la que hay que salvar, no la ama como a una esposa, de hecho, ni siquiera muestra celos o rabia de ningún tipo cuando se entera de la infidelidad de su mujer, sino que su primera preocupación es mantener su reputación, y con ella su credibilidad y su status en su trabajo. Karenin entonces, bajo esta perspectiva, puede presentarse a nuestros ojos como un simple hombre práctico que se casó porque había que casarse, tuvo un hijo porque había que tenerlo, se afecta por la infidelidad de su mujer, porque esto le trastoca su mundo de comodidad en el que se ha establecido, Anna llega incluso en una ocasión a pensar de él que es un autómata, y efectivamente, salvo por pequeñísimos momentos que muestra cierta debilidad emocional por esta situación, la mayor parte del tiempo así se comporta como tal, no hay más que ver la escena en la que intenta educar a su hijo y darle clases una vez Anna abandona la casa, estad especialmente atentos a este pasaje para ver por qué Anna le acusa de autómata, sin embargo, como digo, no debemos caer en el "maniqueísmo" y pensar que Karenin es efectivamente una máquina sin sentimientos, no lo es, solo finge, o trata de serlo porque no se permite a sí mismo "caer" en las "debilidades humanas" para mantener el orden equilibrado de su vida.

Anna, por su parte, como ya anunciaba al principio, no es como Emma, ya señalé en su día cierto carácter infantil que presenta Emma y que es lo que le lleva realmente a su infelicidad en el matrimonio, Anna no es así, Anna vive atrapada en un matrimonio, en una convivencia con una persona a la que nunca quiso, con la que nunca quiso estar, no se había permitido a sí misma experimentar el amor, y mucho menos sabía lo que era estar con una persona que la amara y a la que ella amara, hasta que conoce a Vronsky. La relación entre ambos se nos presenta como algo que sucede poco a poco, pero a buen ritmo, es decir, tenemos diferentes escenas con encuentros casuales, pero sin darnos casi cuenta ambos ya se manifiestan su amor y comienzan su relación. Ambos son felices juntos y ambos se aman y desean estar juntos, solo una cosa rompe esta felicidad: la tremenda dificultad de regular su situación y que Anna pueda conseguir el divorcio. A través de esta circunstancia se nos muestran los mecanismos de esta sociedad a la hora de proceder en los trámites de la separación del matrimonio, y nos damos cuenta entonces de lo absolutamente difícil que es conseguir un divorcio, no únicamente por los trámites administrativos, sino por una cuestión profundamente social que es el clásico "qué dirán" salvo porque esta circunstancia no se reduce a rumores y habladurías entre la aburrida aristocracia rusa que no tiene nada mejor que hacer, sino que es mucho más: una sospecha de inestabilidad dentro de la familia puede provocar la falta de credibilidad, entre otras cosas. Esto es lo que le ocurre un poco a Karenin cuando se da cuenta de que todo el mundo conoce la situación de Anna con Vronsky, se da cuenta también de que cada vez sus compañeros se toman menos en serio sus reformas para el campo ruso, reformas que le cuesta sacar adelante por esta falta de credibilidad que le da sus problemas con su mujer. Esto produce un estado de absoluta opresión para Anna, una opresión que Tólstoi es capaz con sus palabras trasladarnos como lectores. Podemos sentir en cada momento cómo conforme pasa el tiempo, Anna es incapaz de alcanzar la felicidad ni aún pudiendo estar con el hombre al que ama porque ha sido completamente apartada de sus amigos y de toda su vida social, y también de su hijo. Anna entonces vive una atmósfera asfixiante durante toda la novela, más cuando al final su vida se ha convertido en una ratonera, un callejón sin salida: por un lado, volver a su vida anterior con Karenin y renunciar a Vronsky  la hará infeliz al estar con una persona a la que no ama, por otro, abandonar a Karenin implicaría el alejamiento de su hijo y de sus amigos, de la que sería también su familia (pues nos daremos cuenta de que todos los personajes en realidad forman parte de una gran familia de hermanos, cuñados, primos... realmente compleja) al final, jamás alcanzará la felicidad y esta situación se reflejará en su relación con Vronsky, que veremos cómo queda absolutamente ajeno a esta marginación social, aunque todos saben que es el amante de Anna, lo que resulta como poco, llamativo, mientras ella prácticamente termina por vivir el exilio, a pesar de los viajes al extranjero que realizan juntos, que produce en ella una mayor comodidad  y tranquilidad, estos viajes siempre tienen billete de vuelta para Rusia, donde ya no tiene amigos ni familia y prácticamente vive en el exilio social, salvo por casos muy muy concretos de familia muy cercana, pero para ella no es suficiente y su situación social ambigua porque no termina de divorciarse, pero tampoco puede volver a su casa, termina por crear la asfixia.

Por tanto, la decisión final de Anna de acabar con su vida, a diferencia de Emma, es una cuestión de presión social, me explico, como vemos, Anna termina por no tener vida, busca su felicidad para encontrarse con una infelicidad mayor de la que tenía por cuestiones que hoy veríamos tan triviales como un divorcio, ¡qué fácil y qué diferente hubiera sido todo si hubiera podido conseguir el divorcio en unos términos justos!, sin embargo, esto no era posible: el divorcio le quitaba derecho a todo, dañaba su imagen ante su círculo y no le permitía paz. Finalmente está tan atrapada que solo hay una forma de salir.

Finalmente tenemos el matrimonio de Catalina (Kitty) y Levin. Esta va a ser la única pareja feliz de toda la obra, y es la pareja que nos muestra la pista de qué hacía Anna conviviendo con alguien a quien no quería, y es que Catalina y Levin estaban enamorados y esto a la madre de Kitty, pues no es que le pareciera mal, pero Levin es un hombre de campo que no maneja una posición social tan grande como Vronsky, el candidato que la madre de Kitty consideraba idóneo para su hija. En esta historia vemos cómo Kitty debe tomar una decisión que, a priori es suya, pero que se hace tremendamente difícil debido a la presión que ejerce su familia (en particular su madre) porque piense en su posición social y elija a Vronsky. No sabemos si esto es lo que ocurrió con Anna en el momento en que se casa con Karenin, pero dado cómo se nos presenta esta historia, parece que es algo habitual que los padres (y particularmente las madres) terminen por meter la mano dentro del matrimonio de sus hijos. Como vemos no se trata de matrimonios forzados y concertados desde el mismo nacimiento de los hijos de forma inamovible, pero sí de forma muy sutil, parece que se encamina a los jóvenes a tratar de seguir los consejos que sus queridas madres les dan respecto a su futuro matrimonial, no sin cierto chantaje emocional, al que finalmente, Kitty se resiste, y por esto, es el único matrimonio feliz de la obra. No obstante, Kitty y Levin van a tener problemas durante su noviazgo y su matrimonio, pero no nos engañemos, no se trata de la absoluta infelicidad que trae consigo el matrimonio sin amor de Anna o Daria, todos los matrimonios pasan por dificultades, pero se nota al leer el libro qué es qué y cuál es cuál, y lo vemos precisamente al caso de estos dos últimos, que terminan de forma feliz, a pesar de las dificultades que puedan tener.

Un último apunte me gustaría dar sobre un tema completamente distinto al principal de la novela, pero que no deja tener su importancia, y que también está relacionada con Levin: Sabed que Levin, aunque es noble, como he mencionado antes, es noble de campo, ¿qué es esto de noble de campo? Levin es un terrateniente, pero que en lugar de vivir en la capital dejando que sus asuntos económicos lo lleven otros para él solo ver los resultados en sus rentas, vive en el campo, vive cerca de sus campesinos, e incluso en la novela se nos muestra cómo en muchas ocasiones incluso trabaja con ellos como uno más, les trata con gran familiaridad, casi como si fuera uno más entre ellos. Esta circunstancia nos puede resultar algo llamativa tratándose de un noble, incluso nos empuja a mostrar cierta simpatía hacia este personaje (a mí me pasó) hasta que ves cómo muestra cierta condescendencia hacia sus trabajadores. Hay un momento en la novela en la que Levin, se queja de que sus campesinos se empeñan en utilizar maquinarias anticuadas para el arado y la cosecha de los campos  y desprecian las nuevas que Levin compra, además de que si no las rechazan de forma absoluta, su completa ignorancia termina por romperlas. Estos comentarios, personalmente me parecieron que tenían un enorme filón clasista que, en absoluto atribuyo a quien esta novela escribió, pero que sí tiene este personaje. Levin es un personaje que, a simple vista (y es que seguramente es porque es así) nos muestra una sencillez en su forma de vivir y trabajar que nos parecería por un momento que es un trabajador más, pero cuando se queja de la forma de trabajar de sus campesinos, que no son capaces de adoptar técnicas nuevas que les harían el trabajo más agradable, no saben usar las máquinas y las rompen o terminan por simplemente ignorarlas, nos hace preguntarnos si tal vez no existe un amplio clasismo por parte de Levin al hacer estas reflexiones, ya que se queja de la ignorancia de sus campesinos, pero tampoco hace nada por remediarla enseñándoles las nuevas técnicas que él tan bien conoce y sabe manejar. Por supuesto esto es solo una reflexión más personal, si algún día leéis la novela y al llegar a este pasaje tenéis impresiones distintas es absolutamente normal y legítimo.

 Respecto a o que es la novela en general, personalmente, a pesar de lo larga que es (nada menos que 1088 páginas) se me hizo mucho más ligera que Madame Bovary, y es que las descripciones y la narración son inmensamente más ligeras que la novela francesa, sin embargo, no deja de ser una novela muy larga y para nada se lee de tirón. Sean pacientes, porque esta paciencia merece mucho la pena, ya que Tólstoi es único para conseguir crear la atmósfera de asfixia y de opresión que caracteriza la historia de Anna, vais a poder sentir cada problema, cada desencanto, cada momento de angustia y desesperación, casi se puede olvidar que, afortunadamente, este terrible problema ya no forma parte de nuestra sociedad, porque vais a vivirlo todo. Por este motivo merece la pena cada página, cada palabra, ya que puede que 1088 páginas parezcan muchas, pero no sobra ni una coma, todo es relevante, todo es importante y contribuye a esta atmósfera tan cargada y pesada que tiene la historia de Anna, y todo contribuye a hacernos verdaderamente sentir esta trágica y terrible historia. Anna Karenina es de esos clásicos que merecen su puesto en la historia de la literatura y no podéis morir sin haberla leído. A mí me ha costado comenzar a interesarme por ella y por el realismo en general, pero tampoco hay prisa, a cada uno le llama cuando le llama, por lo que es muy importante que la leáis cuando os sintáis atraídos por ella y no antes, porque entonces sí será un suplicio. Sí espero que al menos esta reseña os permita dar el primer paso hacia esta OBRA con mayúsculas.

Como siempre, para terminar, agradezco mil veces la paciencia que dedicáis a leer las reseñas, soy consciente de lo terriblemente coñazo que soy (por qué no decirlo con todas las letras) pero no puedo remediarlo, obviamente agradezco también si hay alguien a quien les guste aunque sea mínimamente, después de todo, esto es para animaros a vosotros a leer libros que quizás no conocíais, libros que quizás conocíais pero a los que tenéis miedo por su volumen o su pesadez, o simplemente para animaros a dar nuevos puntos de vista al mío, si ya habéis leído la obra, en resumen la finalidad es compartir y siempre me encantará veros ahí compartiendo.

         MUY FELIZ DOMINGO DE LECTURAS