viernes, 25 de julio de 2025

RESEÑA DE "LOS MISERABLES" DE VÍCTOR HUGO

 Sinopsis. 

Entre 1789 y 1850 Francia se tambalea: la revolución de 1789-92 acaba con el llamado Antiguo Régimen y salen a la luz las ideas del liberalismo y la ilustración. Alrededor de 1800 Napoleón Bonaparte se convierte en un gran emperador liberal despertando simpatía en unos y rechazo por otros hasta su caída en Waterloo en 1815. A partir de esta fecha, los antiguos monarcas europeos, entre los que se encuentra Luis XVIII, tratarán de recuperar ese antiguo régimen, pero para entonces las ideas liberales han calado hondo en la sociedad, sobre todo entre la juventud lo que causará las revoluciones de 1830 que terminará con el éxito de los liberales consiguiendo una monarquía parlamentaria. 

Este va a ser el escenario de Los miserables y los personajes que integran la novela como Jean Valjean, Fantina, Cosette, Javert, la familia Thenardier, Marius de Pontmercy, entre otros y van a ser sus historias y sus acciones las que nos van a mostrar la historia o, mejor dicho, las historias, de la primera mitad del siglo XIX en Francia.

Personajes. 

Jean Valjean es el sustento de una familia muy pobre. Por desgracia, nunca pudo educarse y tiene un trabajo muy duro. Por cuestiones ajenas a él, en invierno se queda sin trabajo por lo que deja de poder alimentar a su familia y acaba robando un pan en una tienda para comer, pero es cogido por el panadero que le entrega a la policía, le caen cinco años de cárcel. Al cuarto año intenta escapar para seguir siendo sustento de su hermana y sobrinos, pero le atrapan y se le acrecienta la condena, y esto ocurre en dos ocasiones más, por lo que acaba alargándose hasta más de diez años. Este tiempo en prisión tiene un efecto psicológico en Jean Valjean tal que llega a la conclusión de que es malvado, lo que hizo no estuvo bien y podría haber actuado de otra manera, e incluso compara ese robo con "coger a la sociedad entera por el cuello". 

En este punto podemos empezar a entrever que Jean Valjean no es exactamente como se nos cuenta al inicio del libro que es como un ex presidiario criminal, sino que, como veremos hace cosas verdaderamente buenas por los demás. Sin embargo, después de tantos años señalado como criminal, termina por verse a sí mismo como tal y, en ocasiones incluso se comporta de un modo que apunta completamente a ello. Al inicio de la obra él busca cobijo pero todos le reconocen como ex presidiario y nadie quiere alojarle hasta que llega a una iglesia donde reside un obispo, monseñor Bienvenido, quien le recibe bien le da comida y cobijo, pero esa noche, Jean Valjean le roba los objetos de plata, pero Bienvenido le perdona e, incluso se los entrega, a cambio de emplearlo para hacerse un hombre honrado. Jean Valjean entra entonces en crisis: él ya se creía un hombre malo, un criminal, pero por una vez, una persona le ve solo como a un hombre que, además, le perdona. Esto crea una crisis interna en Jean Valjean: por un lado desea vengarse de la humanidad por el sufrimiento que ha tenido que padecer, por otro, no puede evitar recordar cómo le ha tratado el sacerdote y lo que pedía a cambio, con el tiempo vemos que cumple su promesa, pues termina, bajo otra identidad, siendo el alcalde de un pueblo en el que hace una gran inversión dándole prosperidad y trabajo a todo el que lo necesitaba. Jean Valjean no deja de ser entonces un personaje complejo, pero que tiende al bien en el momento en que deja de ser visto como un malvado. Es más, rescata a Cosette de los Thenardier y la adopta, la cuida como su padre, le procura educación y una buena vida, dándole todo aquello que él no tuvo viviendo para ella.

Javert. Javert es inspector de policía. Es un hombre recto que, sin embargo, termina cegado por su propia rectitud. Su obsesión por el cumplimiento de la ley y las normas le llevan a ser maniqueísta y creer únicamente en "buenos" y "malos", "gentes de bien" y "miserables", llegando incluso a ser cruel con aquellos que él considera malvados. Por otro lado, este maniqueísmo le lleva prácticamente al clasismo, de modo que le hace entender que la palabra de una persona "de bien" de "dentro de la sociedad" vale más que la de aquellos que están "fuera". Esto es lo que ocurre cuando ve a Fantina agredir a un joven estudiante después de que éste, para reírse de ella, le echara nieve debajo de la ropa. Javert ve la agresión y quiere encarcelar a Fantina solo porque ve que es prostituta. El alcalde de M. ordena liberarla y esto es lo que piensa Javert al respecto: 

  "vuestra bondad [dice refiriéndose a Magdalena, alcalde de M.] me ha producido demasiada rabia  cuando la ejercitáis con otros, no la quiero para mí. La bondad que le da la razón a una prostituta contra un ciudadano, a un policía contra un alcalde, al que está abajo contra el que está arriba, es lo que yo llamo mala bondad. Con ella se desorganiza la sociedad."

Con esto podemos decir que Javert no ve más allá de sus narices, es incapaz de observar la complejidad de las propias personas y verlas en su contexto, incluso cuando conoce las circunstancias de esa persona, lo cual ocurre con Fantina, ella le explica cómo ha acabado en esa situación cuando la encierra, pero es incapaz de sentir piedad por ella, de creerla o comprenderla,  y esto le acabará provocando una crisis más tarde cuando, al poder por fin atrapar a Jean Valjean, le deja escapar y acaba con su propia vida.

Fantina. Acabamos de mencionar a este personaje más arriba como una prostituta a la que Javert quiere aprisionar, pero ¿de dónde sale? ¿quién es? Fantina es una joven campesina que se queda embarazada y, el padre, del que no se dice nada en toda la novela, la abandona, no se dice de forma explícita pero todo apunta a un enamoramiento y, en cuanto el padre sabe que Fantina está embarazada, desaparece. Lo que sí sabemos es que Fantina cuando nace su hija debe dejar de trabajar para cuidarla y, al cabo de unos años, nadie quiere darle trabajo lo que la obliga a salir de su pueblo, pero debe hacerlo sola ya que las madres solteras no están bien vistas en la sociedad. Deja entonces Fantina a su hija con una familia, los Thenardier, que le dicen que cuidarán de la niña, pero debe pasar una pensión de gastos ya que ellos no son ricos. Fantina acepta y consigue un trabajo en M. en una fábrica. Fantina manda puntualmente la manutención de su hija, Cossette, pero los Thenardier cada vez le exigen más dinero que usan para pagar sus propias deudas y maltratan a Cossette. 

Si esto es poco, en la fábrica se enteran de que Fantina tiene una hija y es despedida por la mala fama de ser madre soltera, mientras, los Thenardier le piden más dinero y Fantina vende todo cuento tiene: pelo, dientes e incluso su propio cuerpo, y es en esos momentos cuando la encuentra Javert. 

Si echamos un vistazo vemos que Fantina no es una mala persona, ni siquiera una mala trabajadora, tan solo una joven víctima de los prejuicios de la sociedad y de una familia que, ahora veremos, se aprovecha de la situación. Al ser madre soltera no se le permite trabajar, ni ganar dinero ni criar a su propia hija, sino que está condenada al olvido. Fantina pasa sus últimos días enferma al cuidado de unas monjas, pero, al morir, es enterrada en una fosa común.

Los Thenardier. A parte de ser una pobre familia con demasiados hijos a los que cuidar, ¿quiénes son los Thenardier? El narrador les describe así: 

  "pertenecían estos seres a esa clase bastarda compuesta de personas incultas que han llegado a elevarse  y de personas inteligentes  que han decaído, que está entre la clase llamada media y la llamada inferior, y que combina algunos efectos de la segunda con casi todos los vicios de la primera , sin tener el generoso impulso del obrero, ni el honesto orden del burgués. Eran de esa clase de naturalezas pequeñas que llegan con facilidad a ser monstruosas. La mujer tenía en el fondo a la bestia y el hombre la pasta del canalla. Eran de estos seres que caen continuamente hacia las tinieblas, degradándose más de lo que avanzan, suceptibles de todo progreso hacia el mal."

 Es decir, una gente de clase media-baja que no tiene grandes privilegios ni holgura material y que tiende a hacer el mal. Y esto se verá cuando venden la ropa de Cosette para pagar sus propias deudas o la alimentan con sobras y ni siquiera tienen espacio para ella en su mesa, la maltratan e inventan que está enferma para que Fantina mande más dinero y, al ver que Fantina lo manda, exigen más, con las consecuencias que eso acaba teniendo para Fantina. Pero esto no es todo, después de las guerras napoleónicas vemos al señor Thenardier saqueando a los muertos en batalla, una práctica muy extendida en realidad, pero llama la atención un momento en que se queda con un anillo de un oficial que parecía muerto, pero su mano empieza a moverse, Thenardier arrastra el cuerpo para separarlo de los demás cadáveres y descubre que es un oficial y le quita la cruz de plata, una bolsa y un reloj, sin intentar comprobar si está vivo o preocuparse por él. El oficial despierta y le da las gracias sin saber lo que ha hecho Thenardier, incluso, el oficial echa en falta su reloj y Thenardier "se hace el tonto" incluso cuando el oficial se lo quería regalar, mostrando así de forma más fehaciente lo miserable que es realmente Thenerdier.

Tiempo más tarde, la señora Thenardier vuelve a quedarse embarazada de otros dos niños y al ser demasiados se deshace de ellos "con una singular facilidad", se los alquila a una vecina llamada Magnon que quiere sacar con ellos una pensión haciéndolos pasar por suyos.

Por desgracia, Magnon entra en prisión y los niños quedan solos y se pierden hasta que son encontrados por Gavroche. 

Como vemos, en general los Thenardier no dejan de ser unos personajes que parecen creados para provocarnos rechazo en la propia forma de describirlos y, en cierto modo, también Javert, y veremos luego, cómo se relaciona esto con la forma de narrar de Víctor Hugo.

Gavroche. Este es un personaje bastante secundario, pero no deja indiferente. Gavroche se describe en la novela como un joven muy pobre, pero muy generoso y compasivo, ve a los niños y sin dudarlo los lleva con él, les cuida y comparte lo poco que tiene con ellos. Roba a un ladrón llamado Montparnasse y da el dinero a un pobre señor llamado Mabeuff. Desgraciadamente, este personaje muere en las revoluciones de 1830 de unos disparos por parte del ejército.

Marius de Pontmercy.  Marius es un joven estudiante de derecho, ha perdido a su padre después de la caída de Napoleón y vive con su abuelo. Marius es un liberal y gran admirador de Napoleón y las ideas revolucionarias que trajo, pero su abuelo es borbónico y cree que los que sirvieron a Bonaparte eran "unos pordioseros, asesinos, boinas rojas, ladrones [...] Todos eran bandidos los que sirvieron a Bonaparte. Todos traidores que vendieron a su rey legítimo". Marius acaba decidiendo irse de casa con lo que tiene y termina sus estudios por su cuenta. Esta historia viene a reflejar los problemas políticos que sufría Francia en esta época entre la restauración y las revoluciones: simpatizantes de Napoleón que veían en él el símbolo del liberalismo y los monárquicos partidarios de la restauración que habían visto en Napoleón a alguien que les había robado la tierra, la soberanía, la esencia de Francia. Marius pronto se queda sin dinero para pagar su alojamiento y empieza a vivir en la calle y devuelve el dinero que le envía su familia. Marius encarna aquí la figura del joven liberal que desea el cambio, el poder para la burguesía, de hecho participa en la revolución de 1830 donde queda gravemente herido, lo que sirve de puente para reconciliarse con su abuelo. Pero ni siquiera Marius es un personaje perfecto ya que al saber quién es Jean Val Jean, aleja a Cossette de él y trata de evitarle, de lo cual se acaba arrepintiendo cuando se entera de que Jean Val Jean le había salvado la vida en la revolución, pero consigue redimirse a tiempo en el lecho de muerte de Jean Val Jean.

En la historia hay más personajes pero he seleccionado a estos porque son los que nos muestran eso que ya usaba hacer Víctor Hugo en Nuestra señora de París que es el crear personajes paradójicos, personajes que, a simple vista no parecen buenos o confiables, pero que con sus acciones a lo largo de la historia, nos damos cuenta de que eran más bien víctimas de sus circunstancias y un sistema injusto y, por el otro lado, personajes a simple vista respetables pero que para nada tienen una moral que puede considerarse aceptable e incluso terminan siendo condenados, y es que Jean Val Jean consigue redimirse en Cosette y la creación de una nueva familia, del mismo modo que Fantina que, aunque tiene una muerte bastante triste, se redime también en Cosette, Gavroche es un joven muy pobre que no duda en compartir cuanto tiene y cuidar a los más indefensos, Marius no es de familia pobre pero experimenta una pobreza terrible pero es un joven con conciencia de justicia que ama la libertad y trata con gran cariño a Cosette; mientras, por otro lado los Thenardier viven de aprovecharse de los demás y Javert es incapaz, como hemos comentado, de ver más allá de blanco y negro y sus propios prejuicios y acaba consumido por eso. Al final Víctor Hugo lo que hace es crear un juego de luces y sombras donde no hay santos y demonios, pero acaba diferenciando quién, después de todo se redime y quién no, no es moralista, pero nos deja claro quiénes deben caernos mejor y quiénes peor.

Narración. 

La historia como más que un escenario. El contexto histórico creado por Víctor Hugo no es un simple telón de fondo. Los personajes se mueven por ese contexto histórico, participan de las revoluciones, sufren las consecuencias de las guerras napoleónicas, en definitiva, se mueven por la propia Historia como si fueran personas reales del pasado y no personajes de ficción y todo esto lo consigue Víctor Hugo de forma magistral, sin sacarnos de la historia, pero también aportando información sobre la historia reciente de Francia, lo cual consigue, para mí, dar más realismo a la trama sin hacer pesada la novela de modo que parezca un libro de texto.

Estilo narrativo. La forma que tiene Víctor Hugo de introducirnos en la historia de los diferentes personajes y unirlos entre sí me parece fabulosa. Durante un tiempo seguimos a un personaje y, de repente, nos narra en otro capítulo otro acontecimiento, otra historia de otro personaje, pero poco a poco todo va cobrando sentido, todos acaban de algún modo relacionados de modo que es muy difícil en realidad distinguir entre protagonistas y secundarios, ya que todos son protagonistas en algún punto del libro. Las historias de personajes tan variopintos dan a la novela una idea de complejidad maravillosa, al mismo tiempo que no deja de entretener de modo que ninguna historia es enteramente principal ni tampoco enteramente secundaria haciendo que todo cuanto se narra se sienta real, sensible, redondo.

Opinión personal y conclusiones. Me ha encantado este libro y no puedo evitar pedir que, por favor, se siga leyendo. Cierto es que ya es un clásico canonizado y que difícilmente caerá Los miserables en el olvido, pero no puedo evitar seguir recomendándolo. Si bien es cierto que hay escenas muy duras que llenan de rabia e indignación, también tenemos momentos luminosos, historias de amor y libertad que nos pueden seguir inspirando y llenando de amor y fe en la humanidad, sí, fe en la humanidad, porque a pesar de todas las injusticias, hay personas que siguen intentando hacer el mundo un poco más justo, que todos somos miserables.

¡¡ Buen fin de semana de lecturas!!